La aventura que la empresa ribadense Construcciones Aeronáuticas de Galicia S.L. inició en octubre del 2004 con la firma de capital riesgo que impulsa el Gobierno aragonés -Savia- y la empresa ACE Automotive Group para construir aviones biplaza parece que no tendrá un final feliz, por lo menos para los socios gallegos. La firma con fábrica en Vilaframil (Ribadeo) no recibió la inyección económica requerida al Gobierno de Fraga, aceptando la invitación del Ejecutivo de Aragón a participar en un proyecto pionero para diseñar, fabricar, comercializar y atender el servicio de posventa de avionetas deportivas. La compañía fue bautizada como Composite Aeronautic Group (GAC), cuya dirección no parece ahora convencer al el empresariado gallego.
Así lo revela el responsable de Construcciones Aeronáuticas de Galicia S.?L., José Luis Miró, quien reconoce que han dejado a la firma ribadense con el 12% del 20% capital inicial. «Savia Capital Atracción Sociedad de Capital Riesgo ni siquiera permite que los promotores tengan conocimiento de las decisiones que se adoptan en la empresa», explica Miró, quien también denuncia que, como cofundador de la compañía aeronáutica, se le ha negado asistir a las reuniones informativas de la situación económica y de la evolución del proyecto. «También se nos prohibió la presencia en la empresa durante la presentación del prototipo ante el presidente del Gobierno», indicó Miró.
Este empresario, al igual que a otros ingenieros vinculados inicialmente a la fábrica que operaba en Vilaframil (Ribadeo), fueron despedidos sin ninguna justificación, una situación que le obliga a dudar «de los plazos que reflejan ante la opinión pública para tener certificado el avión y para la fabricación del mismo». Miró también denuncia que la sociedad «no ha respetado el protocolo de inversión, judicializando cualquier tipo de relación».
En este sentido, informa de que existe una demanda judicial y otra arbitral relacionadas con las ampliaciones de capital y los despidos.
Gobierno aragonés
Desde las instalaciones iniciales de la fábrica, junto al aeródromo ribadense de Vilaframil, el empresario lamenta que el consejero de Economía de Aragón no haya querido recibirlo: «Una de las preocupaciones que en varias ocasiones fue transmitida a Savia y su gestora Möbius fue la sensación de que lo único que se pretendía de nosotros era recoger el conocimiento y terminar un avión de vuelo, y así fue, en ese momento se nos dio el pasaporte».
En la primavera de este año, la empresa de capital riesgo Savia se hizo con el 88% de la firma aeronáutica con instalaciones en Vilaframil y en Villanueva de Gállego (Zaragoza), tras la salida de la empresa ACE, una situación que propició la búsqueda de otro socio industrial que arrope el proyecto. ACE, firma dedicada al cableado del automóvil, comenzó en este negocio manejando el 40% del capital.
Para Miró, los problemas más serios llegaron con las ampliaciones de capital, operaciones que se sucedieron con hasta cuatro cambios en la dirección general en la compañía Composite Aeronautic Group (CAG). «Nosotros íbamos perdiendo representación», explica.
Desde Construcciones Aeronáuticas de Galicia S.?L. recuerdan la contratación de cuatro ingenieros para diseñar en la planta ribadense los prototipos de las avionetas. «Fue precisamente cuando terminé el prototipo y se lo pongo en vuelo cuando me despiden», explicó el empresario, que insiste en que la intención inicial era mantener la fábrica de Ribadeo como una planta de I+D. «En el plan de accionistas y en los estatutos quedó claro que Ribadeo se mantendría siempre que hubiera beneficios», manifestó Miró, ex presidente del consejo de administración.
«Toxo»
En julio del 2006, la fábrica de aviones ribadense estaba a punto de concluir su traslado a Zaragoza, para lanzar la avioneta Toxo al mercado internacional. En las instalaciones de Vilaframil se gestó el verdadero germen del producto y se realizaron las tareas de prototipaje , moldes, ingeniería, mantenimiento de la página web y otras. El pasado 22 de marzo de este año, el presidente aragonés conoció el prototipo de la avioneta.
Según las últimas previsiones hechas públicas, la compañía Composite Aeronautic Group anunciaba capacidad para producir 150 biplazas anuales en el 2009.