Los remanentes, o dinero municipal no gastado, de la tesorería del Concello estradense en el ejercicio pasado alcanzaron al final la cifra de 1,3 millones de euros. El grupo municipal del PSOE quiere gastarlos ahora de una forma concreta, con actuaciones en la villa y en rural, pero se ha encontrado con un grupo del BNG que tiene competencias en materia de Hacienda Local y Medio Rural. Y hace un mes Dono vino a decir que ciertas cosas no funcionan en el rural y que el PSOE actuaría directamente. La consecuencia fue una pequeña crisis del bipartito hace unas semanas, y otra mayor que se abrió ayer.
Manuel Espiño, ejerciendo de portavoz del grupo del PSOE, anunció ayer el destino de ese dinero: saneamiento en Vilar, travesía de Matadoiro y Tabeirós, abastecimiento en Leicures y Figueroa de Abaixo, bacheos y desbroces, mejora y asfaltados en numeroso accesos y pistas en el rural. Pero informó que en la comisión de Hacienda en la que se adoptó el acuerdo, el vocal del BNG votó en contra, y los tres de la oposición se abstuvieron. La propuesta salió adelante con los tres votos del PSOE. Cidadáns y PP bien pudieron anular la propuesta de haber votado lo mismo que BNG.
Espiño fue duro en sus declaraciones contra el BNG. Acusó a su socio de gobierno de deslealtad y de poner nuevamente en peligro el pacto. Justificó el destino del dinero, señalando que hay muchas peticiones que atender en un medio rural desatendido durante muchos años.
Comentó el voto en contra del BNG, señalando que «tiene varias lecturas, pero es una postura desleal más que pone en serias dificultares al pacto y al bipartito». Espiño dijo que «quizá el BNG persigue la ruptura del pacto, y acusar de ello al PSOE, siendo su postura difícil de entender para el gobierno y para los muchos vecinos que esperan esas obras». La nueva ejecutiva del PSOE analizaba ayer noche la situación en su primera reunión de trabajo.