La afición lo animó desde la salida matutina. Y él, consciente del apoyo social, no defraudó a sus vecinos. El piloto local Manuel Serna se impuso en la vigésimo sexta edición del Rali de Noia junto a su copiloto Faustino Suárez, ambos en un Peugeot 306. El segundo puesto fue para José Martínez Barreiro y Manuel Campos, de la escudería Estradense, también con un 306 de la marca francesa.
Diego Cabanela y Alberto Rodríguez, a bordo de un Mitsubishi Lancer, completaron el podio de la competición ocupando el tercer puesto del cajón. Los pilotos Luis Vilariños e Iván Ares, con posibilidades de inicio para alcanzar la victoria, tuvieron que retirarse de la prueba.
La asistencia fue muy similar a la del año pasado, contabilizándose en los tramos recorridos en la primera parte de la carrera una cifra aproximada de 22.000 espectadores, siendo por la tarde 30.000 los asistentes que se congregaron para ver a los 126 pilotos participantes.
Neutralización
Los tramos de la mañana finalizaron con un retraso de una hora y media sobre el horario previsto. El primer motivo fue el accidente sufrido por Adrián Díaz y Rubén Cela. Los pilotos fueron trasladados por precaución a un hospital compostelano. La suspensión del tramo A2 por culpa de unos árboles que ocupaban el trazado motivó, por acumulación de tiempo, la neutralización de otro tramo, el B2.
La competición dejó más de una docena de abandonos, una cifra que para el director de carrera «es muy pequeña, ya que dadas las características rápidas de los tramos resulta una cuantía casi insignificante».
Un mensaje positivo que el resto de la organización también transmitió ampliando el optimismo al resto de aspectos relacionados con la competición, tanto deportivos como sociales.