El máximo accionista del club vigués dice que «si Hacienda cierra la mano, muchos clubes desaparecerían»
24 feb 2010 . Actualizado a las 02:33 h.El presidente del Celta, Carlos Mouriño, ofreció ayer una conferencia organizada por Nueva Economía Fórum en el Pazo de los Escudos de Vigo, en la que repasó diferentes aspectos relaciones con la actualidad, el pasado y el futuro del Celta, además de dar su visión sobre el mundo del fútbol y la empresa en general, ante un auditorio compuesto por personalidades de la empresa, la economía, la política y el deporte vigués.
En el discurso de apertura del acto, el presidente céltico destacó que dentro de la muchas vicisitudes que ha tenido que afrontar en su vida, la más complicada ha sido la de dirigir el Celta.
«He tenido muchas dificultades empresariales a lo largo de mi vida. He sufrido en México dos nacionalizaciones de la banca, una en 1982 y otra en 1994, en las que se dobló mi deuda y tuve que pagar un 112 por ciento de intereses por los préstamos de mis empresas. He sufrido por motivos políticos cuando representé a Vicente Fox en varios estados después de un cambio de gobierno tras 72 años. Pero nada es comparable con lo mal que lo he pasado con el Celta. Los negocios se piensan con la cabeza y se deciden con el corazón. En el Celta no tuve cabeza, pero sí mucho corazón», manifestó Mouriño.
Rumores de venta
Y está convencido de que todavía le quedan algunos años para seguir brindándole su corazón al club de su ciudad natal, desmintiendo así algunos rumores que han circulado en los últimos tiempos la ciudad sobre su deseo de abandonar el club cuanto antes presionado por su familia, ya que sus hijos y su mujer están residiendo casi todo el año al otro lado del Atlántico».
Mouriño quiso dejar claro que será «presidente mientras el club esté en condiciones difíciles que iremos superando poco a poco». De momento ha conseguido sacar adelante el Concurso de Acreedores y ahora tiene la responsabilidad de seguir saneando económicamente la entidad cumpliendo el plan de viabilidad aprobado.
Asegura el máximo accionista celeste que estando él en el cargo no se arriesgará como se hizo en etapas anteriores a cambio de lograr cotas deportivas elevadas. «Si el Celta vuelve a tener éxito algún día, conmigo aquí nunca será por meter al club en una situación como la que teníamos antes de sanearlo. Nosotros solo asumiremos lo que podamos con los ingresos que generamos», recalcó.
El mal de las televisiones
El presidente del Celta aprovechó la conferencia para criticar la gestión que se hace en una gran parte de clubes de fútbol, y en este sentido cree que el dinero de las televisiones no le ha hecho bien a este deporte, porque ha fomentado el endeudamiento de las entidades: «Los derechos de televisión van a matar el fútbol. Si Hacienda cierra la mano, muchos clubes estarían al borde de la disolución o desaparecerían. Lo malo es que se permite esos desmanes y nadie se atreve a meter mano».
Opina que «la crisis ha afectado al fútbol porque en muchos casos se compraban jugadores para después venderlos más caros. Todos sufrieron la caída de los mercados y al final solucionan sus problemas no pagando a Hacienda».