Fausto Vázquez dice que «lo que queda es sacrificio y remangarse» para ascender
23 feb 2010 . Actualizado a las 13:26 h.El presidente del Montañeros, Fausto Vázquez, pidió a sus jugadores y al cuerpo técnico que no se relajen en la lucha por el ascenso a Segunda División. El equipo coruñés está cerca de asegurar matemáticamente su permanencia en la Segunda B, su objetivo al inicio de temporada. De hecho, lo ha sobrepasado de tal manera que Fausto opina que se encuentra «ante una oportunidad histórica para A Coruña, la clasificación de un equipo como el Montañeros para la Copa del Rey y la obtención de la cuarta plaza, con el consiguiente derecho a optar al ascenso. Eso quedará para la historia».
El dirigente argumenta su arenga. «No veo al equipo peor que ningún otro. Pero hay que convencerse. Yo estoy convencido. Si los jugadores y el cuerpo técnico lo están igual que yo, nos metemos en el ascenso. Ellos son los más beneficiados, porque conseguirán mejores contratos. El premio será para ellos. Luchamos contra gigantes como el Alavés o el Pontevedra, pero no tenemos nada que perder», dice.
En la lucha deportiva incluye Fausto desde el Palencia (tercero con 42 puntos) hasta el Barakaldo (undécimo con 36). El Montañeros es quinto con 40, los mismos que el Lugo y el Lemona, que se enfrentan en la próxima jornada. Para Fausto «el partido más importante es el próximo contra el Sestao, porque establecerá si podemos estar en la lucha o no». «Además, debemos romper la racha, que parece que somos campeones del mundo y llevamos casi un mes sin ganar», recuerda, al mismo tiempo que da la fórmula para la recta final de temporada: «No debemos regalar tanto, como ante el Barakaldo o la segunda parte contra el Bilbao Athletic. No fuimos listos. Debemos competir al máximo, tener la máxima ambición. Lo que queda es sacrificio y remangarse, no tener miedo a manchar la camiseta porque sea blanca».
«Estamos donde estamos y no es por casualidad, pero hay que saber mantenerlo. Hay que sacar conclusiones del Lugo, y aún sigue de cuarto. O el Pontevedra, que vuelve a estar ahí», insiste. «Hay dos grupos muy diferenciados y es más grande el de los equipos de arriba que el de los de abajo. Lo malo sería llegar a las cinco últimas jornadas sin tener que jugarnos nada», añadió.