La deuda que Maradona mantiene con el fisco desde su paso por el Nápoles al final de los ochenta no deja de crecer. La falta de pago del impuesto de las personas físicas (IRPF) durante esa época llevó a que el actual técnico de la selección argentina acumulase una deuda de 37 millones de euros que aumenta, debido a los intereses, a razón de 3.000 euros diarios.
El impago ha generado una situación curiosa: la Justicia italiana aprovecha las visitas del astro al país para confiscarle objetos de valor y subastarlos. En el 2006 fue un reloj Rolex, valorado en 11.000 euros, y en septiembre del año pasado la Guardia de Finanzas se apoderó de los pendientes que el ex futbolista llevaba puestos mientras se encontraba en un centro de adelgazamiento del norte de Italia.
Los pendientes fueron subastados en enero y ayer se conoció la identidad del comprador. Se trata del jugador del Palermo Fabrizio Miccoli, que desembolsó 25.000 euros.
El delantero ya había manifestado su deseo de hacerse con lo confiscado, ya que siempre ha manifestado ser un fan del Pelusa. Ahora queda por saber si, como prometió el Maradona del Salento, como se conoce a Miccoli, devolverá la pequeña joya a su ídolo.