«Va a haber más. Es muy difícil que no los haya», afirma Carlos Lariño, uno de los galenos del club
27 nov 2009 . Actualizado a las 13:38 h.La gripe A sigue extendiéndose por el vestuario del Deportivo. Ni siquiera el protocolo establecido por los servicios médicos puede detener una amenaza que los propios galenos consideran inevitable. Así se explicaba ayer Carlos Lariño: «¿Si tememos nuevos contagios? No es que los temamos, es que va a haber más. Ojalá no los hubiera, pero los epidemiólogos piensan que entre el 30 y el 50% de la población sufrirá la gripe A, así que va a ser muy difícil que no vayamos a tener alguno más. Lo que podemos hacer es actuar bien y tratar de que no pase al resto».
Parece que los casos de Juan Domínguez y Guardado (este aún pendiente de confirmación) abrieron la veda en la plantilla de Lotina, pero no serán los únicos. Por ahora, insistió el médico, ningún otro futbolista ha padecido los síntomas. Es más, el fabrilista David Añón, el primero del club en sufrir los efectos del temido virus H1N1, ya se ha reincorporado a los entrenamientos con sus compañeros.
Guardado, hasta el sábado
Lariño explicó el estado físico del mexicano, a quien visitó en la mañana de ayer. «Presenta una clínica mucho mejor. De hecho, ya está levantado -manifestó-, pero tampoco podemos lanzar las campanas al vuelo. Si no tiene fiebre, es gracias a la medicación. Está tomando antitérmicos y paracetamol. Sus síntomas no son graves y en cuatro o cinco días podría encontrarse bien, pero el problema es que es muy contagiosa», añadió.
Así, las pruebas que le hizo el miércoles pasado (recogió muestras de su boca con una torunda nasofaríngea) podrían no conocerse hasta mañana, y este retraso lo imposibilitaría con toda probabilidad para su inclusión en la lista de convocados para el partido de Santander. «Con toda probabilidad, los resultados no nos llegarían hasta el sábado por la mañana, pero a ver si lo podemos adelantar unas horas. Porque si es una gripe estacional, podría jugar, siempre que tenga el alta médica, esté bien muscularmente y haga el entrenamiento del día. Pero si no es así y tiene gripe A, hasta los siete días [no se cumplirían hasta el martes a la noche] deberá estar unos días más aislado para evitar el contagio al resto de la plantilla. Meterlo en un autocar tantas horas con el resto de jugadores [nada más terminar el entrenamiento del sábado el equipo viajará a Santander por carretera en un desplazamiento de unas cinco horas de duración] podría ser contraproducente para el resto», dijo.
Juan Domínguez, animado
El canterano Juan Domínguez cumplirá el próximo lunes siete días aislado en su domicilio. Sigue sufriendo un cierto malestar y se siente congestionado, pero el paracetamol mantiene la fiebre a raya. Está deseando dejar de medicarse para saber si su gripe ya es historia.
El sábado había estrenado convocatoria con el primer equipo, después de haberse recuperado a tiempo de unas molestias en un dedo del pie derecho que le habían impedido participar en los dos últimos partidos del filial. En la concentración, Juan Domínguez compartió habitación con Iván Pérez y departió junto a él y varios de sus compañeros durante horas. En realidad, casi no pasó más tiempo con Guardado que el propio de las actividades comunes: las comidas y la charla del entrenador, por lo que las posibilidades de que lo hubiera podido contagiar él son mínimas.
Los síntomas del canterano comenzaron el domingo a mediodía, poco antes del partido del Fabril contra el Bergantiños. Le dolía la cabeza y tosía un poco, pero jugó los noventa minutos. A la mañana siguiente se despertó con 39,5 de fiebre y acudió a su médico de cabecera en Narón. Lariño le telefonea a diario para conocer su estado.