Aficionados radicales increpan a los jugadores del Celta en A Madroa

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Recriminaron a la plantilla celeste que pidiera una prima por la permanencia y retrasaron el entrenamiento

12 jun 2009 . Actualizado a las 03:04 h.

Las semanas tranquilas no existen en el Celta. Ni cuando el partido es tan intrascendente que casi ha sido borrado del calendario. La plantilla del Celta tuvo que retrasar el inicio de su entrenamiento en la mañana de ayer una hora porque un grupo de aficionados radicales, vinculados a los Celtarras, irrumpieron en las instalaciones de A Madroa para pedir explicaciones por la nefasta temporada, por una supuesta prima que los tres capitanes solicitaron a Carlos Mouriño por salvar al equipo y para pedir que Rubén González y Juanma Peña no vuelvan a vestir nunca más la camiseta celeste. El capitán Borja Oubiña y el técnico Eusebio Sacristán fueron escucharon sus misivas mientras un furgón policial hacía acto de presencia en las instalaciones.

Los hechos comenzaron a las diez y media de la mañana. Justo en el momento que el primer equipo tenía previsto saltar al campo de entrenamiento. En ese instante una docena de aficionados radicales entraron en A Madroa y montaron guardia en el portalón que separa la zona de vestuarios del acceso a los campos de entrenamiento.

Encuentro

Una vez que tuvieron conocimiento de su presencia Borja Oubiña y Eusebio Sacristán se dirigieron a hablar con ellos. El capitán entiende perfectamente el enfado e incluso lo comparte: «Subió gente a expresar su malestar, no solo por esta temporada sino por estos tres años. La gente está cansada y yo los entiendo. Me parece todo normal, no están de acuerdo como se están haciendo las cosas en estos tres años y yo tampoco. Cuando el equipo está en Segunda y no en Primera ningún celtista puede estar de acuerdo. Nadie quiere estar donde está. No es algo solo de las diez personas que subieron aquí. Cuando el club no está donde debiera surgen cosas. Lo de esta mañana es un ejemplo de lo que nos está pasando. No pasa nada es puntual. Da la idea del malestar que hay en el celtismo».

Limpieza

Los aficionados acusaban a parte del plantel de no sentir la camiseta y le reclamaban al entrenador que hiciese limpieza en el vestuario de cara a la próxima temporada. También le entregaron el manifiesto sobre el significado del celtismo.

Borja comentó que el plantel céltico se había limitado a «escucharles» y a decirles que «hay mucha gente que se encuentra mal y que no está de acuerdo con la temporada que hicimos, los jugadores los primeros. Que entiendan que esto es un deporte y a veces las cosas salen bien y otras no, pero en el contexto global ningún celtista puede estar contento».

Abandono

Una hora después de hacer acto de aparición y tras el intercambio de palabras con Oubiña y Eusebio, también con algún jugador más que pasó por allí de un modo esporádico, los Celtarras decidieron deponer su actitud y abandonaron las instalaciones de A Madroa, vigilados a cierta distancia por los números de la Policía Nacional que se habían personado. Los agentes todavía permanecieron media hora más en A Madroa mientras los profesionales saltaban al campo con una hora de retraso para comenzar a entrenar. La sesión transcurrió con total normalidad y en familia como viene siendo habitual.

En ningún momento los incidentes pasaron a mayores. De hecho los destinatarios de los mayores insultos por parte de los radicales fueron la prensa gráfica.