Las eternas lesiones de Pedrosa

DEPORTES

El piloto español de Honda lleva año y medio sin entrenarse al cien por cien a causa de sus continuas recaídas. Ayer en Italia dio un nuevo paso atrás con otra caída

01 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El año malo de Dani dura más de doce meses, por lo menos 17. En todo este tiempo, el menudo piloto catalán de MotoGP le ha visto menos tiempo la cara a Valentino Rossi que a Xavier Mir, cirujano que le ha arreglado las cuatro extremidades a lo largo de su carrera. Pero el doctor no hace milagros si Pedrosa continúa a trompicones por los circuitos del mundo. Ayer volvió a rodar su cuerpo sobre el asfalto. Iban diez vueltas del Gran Premio de Italia cuando la pista comenzaba a secarse. Ya con la moto teóricamente adecuada, Dani resbaló en la curva Casanova-Savelli y se quedó inmovilizado echándose la mano al glúteo.

Ya estaba siendo un fin de semana renqueante para el piloto dos veces campeón del mundo. Fuera de la moto, los testigos directos le vieron una acusada cojera en la pierna izquierda y unos dolores renacidos en la izquierda. Fue en la sesión del sábado por la mañana, cuando un fuerte latigazo le propinó un doloroso tirón en un glúteo pese a no producirse caída. Por la tarde tuvo que ser infiltrado para afrontar la sesión de calificación. Los médicos le ampliaron su ya gran vocabulario anatómico. Le dijeron que su avería esta vez estaba en el trocánter (la protuberancia de la parte superior del fémur) de la cadera derecha. Y ayer fue el remate al caer sobre la zona dolorida. Tuvo que ser evacuado en camilla, más por desánimo que por la gravedad de una lesión leve. Dani llegaba con el optimismo de haber podido trabajar físicamente tras 204 días entre algodones. «Ha sido un fin de semana bastante malo, después de mi problema con la pierna derecha me inyectaron calmantes para la sesión de calentamiento que me permitieron subirme en la moto, pero todavía tenía un montón de dolor y no podía ir a tope», explicó Pedrosa con rostro cariacontecido ante los micrófonos.

El último mal año -recordemos, de 17 meses- para Pedrosa comenzó en enero del 2008 en el circuito de Sepang, durante unos entrenamientos oficiales de pretemporada. Dani era el segundo piloto más rápido de la jornada cuando se cayó en dos ocasiones. En la última, se fracturó el metacarpiano de la mano derecha y su motocicleta acabó ardiendo sobre la grava del circuito malasio tras caerse a 140 kilómetros por hora.

Sin pretemporada

Aquel episodio dejó al número 3 del mundo -según la clasificación del 2008- con escaso margen de pretemporada. Pero esto no le amedrentó cuando comenzó el mundial y el pequeño piloto fue capaz de hacer seis podios en las siete primeras carreras. Fue después de la séptima, tras ganar en el Circuit de Catalunya, cuando en los entrenamientos del día siguiente sufrió una aparatosa caída que le provocó fuertes dolores en la espalda.

Pero el accidente más grave ocurrió en el circuito alemán de Sachsenring. Pedrosa lideraba la carrera con ventaja hasta que el asfalto mojado acabó con el catalán por los suelos hasta empotrarse contra un almohadillado muro de seguridad. De aquella colisión, Pedrosa volvió a citarse con el doctor Mir para que éste le arreglase el esguince del dedo medio de la mano izquierda, además de una fractura de la falange distal del dedo índice de la misma mano. En el quirófano también fue necesario hacer una fijación de la fractura del hueso grande de la mano izquierda. Su tobillo derecho presentaba, además, un esguince en el ligamento lateral externo.

Aquella caída de Alemania le dejó fuera de Laguna Seca y le llevó al quirófano a final de temporada para reparar su rodilla izquierda.

Losail, la esperanza

Tras aquella nueva cita con el bisturí, Dani apuró su recuperación para poder coger la moto en los entrenamientos de Losail de cara a destronar a Yamaha del título mundial. Pero la cita con el circuito catarí supuso un nuevo paso atrás en el dañado cuerpo de Pedrosa. Los entrenamientos que inauguraban la pretemporada eran escenario de otra fatídica caída con un costoso precio: un brazo fracturado y la rodilla recién operada. De Qatar, Pedrosa viajó directamente a la clínica Dexeus de Barcelona -tan bien conocida por Jorge Lorenzo tras sus espectaculares caídas del 2008- para ser intervenido. Los cirujanos le diagnosticaron una pérdida de sustancia pararrotuliana interna de la rodilla y una fractura del radio distal izquierdo que afectaba a la articulación de la mano derecha. En definitiva, otro año sin pretemporada, lo que ponía el título muy complicado meses antes de iniciarse la temporada precisamente en Qatar.

Pero llegó la cita con el desierto y Dani se conformó con los cinco puntos de la undécima posición, nada mal para ver fantasmas en todas las esquinas del circuito. En Japón, Jerez y Francia se despachó con sendos podios y ayer dio un nuevo paso atrás. Pero Dani mira hacia adelante. Pese a su juventud, habla del pasado para consolarse. «Nada como mi lesión de tobillos en Australia», recuerda. Acababa de ganar el Mundial de 125 y, sin pretemporada, se adjudicó el 250 de forma consecutiva.