Los cuatro goles del estreno de Pepe Murcia llegaron en la segunda mitad con el lucense en el terreno de juego
27 jul 2008 . Actualizado a las 02:29 h.Pepe Murcia se estrenó ayer en el banquillo del Celta con una clara victoria frente al Portonovo y dejando pocas pistas de cual va a ser la cara del equipo esta temporada.
Los vigueses mostraron dos facetas completamente diferentes. En el primer tiempo tuvieron la pelota, pero no ocasiones, mientras que en la segunda, con un once completamente diferente y con Trashorras liderando el juego desde el centro del campo, los célticos le imprimieron más verticalidad al juego y aprovecharon sus llegadas al área.
El primer bolo de pretemporada sirvió para que Pepe Murcia empezase a mostrar su declaración de intenciones. Tal como había apuntado durante la semana, el técnico apostó por un 4-4-2 claro, aunque no dio pistas a la hora de apostar por determinados jugadores.
La pareja atacante de Perera en el equipo titular fue Kamel Ghilas. El francés jugó muy adelantado, en lugar de hacerlo como mediapunta, que es el puesto en el que brilló jugando en Portugal.
En cuanto a la línea de juego que quiere implantar el entrenador céltico se apreció un equipo con la defensa y el mediocampo muy juntos, mientras que los dos puntas esperaban las contras. Cuando el rival tiene el balón tanto los dos jugadores de banda (ayer los canteranos Ferrán y Mateo) como uno de los dos pivotes salían a presionar para replegarse una vez que el rival pasa la línea de mediocampo. Con balón buscan el contragolpe, casi siempre con balones en profundidad hacia las bandas.
El Celta fue el dominador del primer tiempo, pero careció de profundidad y de pegada. Las dos únicas ocasiones fueron una pared entre Perera y Ferrán que el extremeño remató muy forzado y desviado, y casi al final de la primera mitad con un remate de Ghilas tras pase de Perera, que el francés estrelló en el portero.
La misma idea futbolística imperó en la segunda parte, pero con una diferencia: La presencia de Trashorras en el centro del campo sirvió para aclarar las ideas, gracias a lo fácil que hace el juego el lucense, que además marcó uno de los goles, el tercero, al cabecear un centro de Dani Abalo.
El joven canterano, ya con ficha del primer equipo dio un total de dos asistencias de gol desde la banda. Suyo fue el centro que remató otro nuevo jugador del filial, Áitor, para inaugurar el marcador. Este repitió en el segundo, tras una gran jugada de David Rodríguez. Goran Maric , con un pie fuera del Celta transformó el cuarto tanto.