«Hay gente que está muy impaciente y recurre a vías ilegales para adoptar»»

A CORUÑA

06 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Hace quince años que comenzaron las adopciones internacionales en España y para Diana Marre, doctora en Antropología Social en la Universidad Autónoma de Barcelona y una de las principales expertas en este tema, ha llegado el momento de repensar algunas cuestiones. Considera que el panorama actual ha cambiado mucho en este tiempo, y que en España ya se ha pasado «la etapa idílica en la que todo el mundo quería adoptar». De este y otros asuntos hablará hoy -a las 12 horas- en la Fundación María José Jove.

-¿Por qué se han reducido un 30% las adopciones?

-Estamos en un momento de cambio importante, porque de los principales países de donde venían los niños -Rusia y China- ya no hay tantos, y además han endurecido las normativas. También se han abierto nuevas posibilidades, como en Etiopía, que ha crecido mucho y ha sido el tercer país donde se han hecho más adopciones. Hoy se está estudiando ampliar también a otros países, porque sigue habiendo más demanda de adopciones que posibilidades de adoptar.

-¿Mucha gente se cansa de esperar tanto tiempo para conseguir un niño?

-Ese es otro motivo, porque normalmente una adopción lleva entre dos y tres años, aunque puede llegar a cuatro. Por eso, a veces se dan situaciones de gente que está muy impaciente y recurre a vías ilegales para adoptar. Lo que está ocurriendo es que luego empiezan a arrepentirse, tienen problemas de angustia y remordimientos, que acaban generando tensiones entre padres e hijos; e, incluso, hay ocasiones en las que acaban devolviendo al niño.

-Lo que ha sucedido en Haití, con ese grupo de norteamericanos que tramitaba adopciones de niños que tenían familias, ¿es un ejemplo de estas otras salidas?

-Podemos vincularlo, pero en el caso de Haití hay que tener dos miradas. Por un lado, está la gente ansiosa que no quiere esperar para adoptar y utiliza esta vía, con lo que se corre el riesgo de traerse a un niño que tiene familia. También hay que tener en cuenta que estamos evaluando el tema de Haití desde una perspectiva de aquí, pensando en cómo se construyen aquí las familias. Los antropólogos sabemos que hay distintas maneras de formar familias, y puede suceder que estos niños hubieran sido dados por sus padres para que tuvieran un futuro mejor. En cualquier caso, en una situación de desconocimiento no conviene arriesgar.

-¿Por qué se adoptan niños en países extranjeros, cuando en España hay tantos?

-En España, hay 33.000 niños bajo el sistema de protección español, de los cuales se calcula que un 10% son adoptables. Sin embargo, a nivel nacional se adopta poquísimo (unos 700), y es un asunto que ahora mismo está estudiando una comisión especial del Senado. El problema es que, en muchas comunidades, sigue vigente una ley de la familia que prioriza los derechos de los padres biológicos, y existe un difícil equilibrio para saber en qué momento se les pueden retirar estos derechos para que los niños puedan ser adoptados. Hay niños que ingresan con 3 años en un centro de menores y pasan toda su infancia allí, y no han podido ser adoptados porque se han priorizado los derechos de su familia biológica, que no pudo hacerse cargo de ellos. Este es un debate que hay que abrir y replantearse si se deben priorizar los derechos de los mayores o de los menores.