La cotización del jurel cae a mínimos históricos en las lonjas de la comarca

BARBANZA

23 oct 2007 . Actualizado a las 05:18 h.

Los armadores del arrastre y del cerco aseguran que están entre la espada y la pared. La caída de los precios ha provocado que los profesionales intenten buscar culpables a una situación que les obligará a adoptar algún tipo de medida si continúa igual que hasta ahora. La cotización de algunas especies está por los suelos. Las más perjudicadas son el jurel y la pescadilla. El chicharro llegó a pagarse, el más barato, a 20 céntimos el kilo en Muros y Portosín, una cantidad irrisoria e impensable hace unos meses. Lo que más preocupa a los pescadores es que la situación no tiene visos de mejoría. El sector se muestra muy pesimista e incluso en el puerto muradano no se descarta la posibilidad de que haya que empezar a amarrar naves.

En Portosín, la caja de chicharro, de 25 kilos, se pagó en los últimos días entre los 4 y los 8 euros. La estampa en la rula de Muros no es mucho más halagüeña. En este caso, los envases son de 15 kilos, y el más barato alcanzó los 3 euros. La especie tuvo un precio medio en algunos casos de 20 céntimos el kilo.

La situación en Ribeira fue ligeramente mejor. El administrador de la lonja comentó que la caja se cotiza a una media de 9 euros. La mayor parte procede del cerco, ya que el arrastre se dedica al lirio y a la pescadilla.

Los promedios económicos que se dieron en las instalaciones de Ribeira, Muros y Portosín en agosto fueron muy superiores a los actuales. Mientras en la localidad sonense quedó fijado en 1,10 euros; en Santa Uxía fue de 1,25. En la villa muradana alcanzó 1,60 euros.

Final de mes

El responsable del recinto de subastas ribeirense considera que la situación que atraviesa el sector se debe a que en la actualidad hay mucha oferta y poca demanda, debido al exceso de capturas. También reconoció que en los últimos meses faenaron en la costa gallega todos los cerqueros, cuando normalmente suelen acudir a trabajar al Cantábrico.

Los expertos auguran que para la próxima semana la cotización caerá aún algo más. «É fin de mes e por riba hai unha ponte polo medio. A demanda baixa e o peixe non ten tanta saída», indicaron en la rula ribeirense.

La baja cotización del jurel está provocando que algunas naves de Portosín prefieran dedicarse a la pesca de la sardina. El armador de un barco con base en dicho puerto comentó que, aunque no está en su mejor momento, el precio de la sardina es superior al del chicharro: «Está entre 11 e 12 euros o quilo, unha cifra máis alta que o chincho». Esta especie pelágica se vende principalmente para carnada y para congelar.

Los armadores sonenses reconocen que el sector es incapaz de defenderse, pues además del bajo precio del pescado, tienen el problema del continuo incremento del gasoil.