El acuerdo, que impide hacer fiestas en la plaza central del campus, se pondrá a prueba en el San Pepe
17 feb 2010 . Actualizado a las 03:35 h.La Universidade de Vigo acaba de aprobar una normativa antibotellón. Tendrá su primer desafío dentro de un mes, cuando se celebre el San Pepe, patrón de Ingeniería Industrial y santo botellonero en la institución académica.
Esa fiesta y el San Teleco tienen en común una tradición. En los últimos años, los patrones de Industriales y Telecomunicaciones han colapsado la plaza Miralles, el núcleo del campus vigués, donde se encuentran el rectorado y los edificios administrativos, además de un centro comercial. Se han convertido en macrobotellones que reúnen a miles de personas a pesar de que últimamente las convocatorias oficiales ya iban por otro lado: los organizadores denostaban el botellón, pedían que no se hiciera y preparaban una fiesta de otro estilo. Pero al final, estas fiestas acababan convirtiéndose en una exaltación de la borrachera resguardada por el abrigo del campus.
La nueva normativa que ha aprobado la Universidade de Vigo se llama en realidad Acordo de Desenvolvemento das Festas dos Patróns dos Centros. Y aunque en todo el texto no aparece la palabra botellón , sí da cuatro claves que ayudan a entender que su fin último es erradicar esta práctica sistemática.
Una es que dice que las fiestas no se pueden celebrar en la plaza Miralles sino en cada facultad. Ese lugar ha sido el escenario de los macrobotellones de los últimos años. Otra clave es que pide que las celebraciones eviten «os venres e as vísperas de festivos» y que «non se alonguen máis aló das oito da tarde dentro dos campus da Universidade». Una más es la que dice que las fiestas «non terán carácter lucrativo», lo que echa por tierra que las comisiones que organizan los pasos de ecuador puedan hacerse cargo de las fiestas patronales, como suele suceder. La última es aquella que establece que al frente de la organización estará la delegación de estudiantes de cada facultad «en colaboración» con el decanato y el vicerrectorado de Estudiantes, para que esté supervisado.
Un botellón no convocado
Este punto es esencial, porque, según las fuentes consultadas, fueron algunos estudiantes los que pidieron a la vicerrectora María del Carmen Cabeza que se cambiaran las fiestas patronales, sobre todo San Pepe y San Teleco, aunque no solo estas dos, para «recuperar su espíritu original». San Teleco lo intentó: los alumnos organizaron en noviembre una romería en su escuela. Nadie convocó un macrobotellón, pero aun así se celebró. Por eso ahora la universidad pretende impedirlo.