El Sergas pone en marcha un sistema de alarma para que los profesionales pidan ayuda en emergencias
15 ene 2010 . Actualizado a las 11:21 h.El Servizo Galego de Saúde quiere combatir las agresiones al personal sanitario. Desde esta semana, los centros de salud del área de Vigo cuentan con una nueva herramienta: el botón de alarma. Se trata de una aplicación informática que permite a un trabajador avisar a sus compañeros cuando está siendo maltratado por un paciente, física o verbalmente -con amenazas e insultos-.
La medida intenta dar más seguridad a los profesionales. A lo largo del 2009, un total de 53 trabajadores de los centros de salud del área fueron agredidos en su empleo. Solo en un caso el maltratador llegó a las manos, mientras en los otros 52 la agresión fue verbal. Son menos que en el año anterior, cuando se habían registrado 64 agresiones en los 58 centros de salud de los concellos del sur de la provincia. El año pasado hubo tantos agresores hombres como mujeres, 29 y 29, en algunos casos en parejas.
Y el Sergas pretende que sean menos o, en caso de que las haya, que los profesionales tengan medios para aplacarlas. El botón de alarma es una aplicación informática. Los trabajadores sanitarios tienen siempre presente en la pantalla de su ordenador un icono con un teléfono y la leyenda «SOS». Cuando el profesional lo presiona, en el resto de los ordenadores de su ambulatorio aparece un mensaje avisando de que necesita asistencia.
Esto permite que en un momento conflictivo, algún compañero pueda acudir o llamar a la policía. «Es sobre todo, una medida disuasoria», explica el jefe de servicio del centro de salud de la calle Cuba, en el centro de Vigo, Luis Francis Galiana. El médico espera que, al darse a conocer la nueva aplicación, haya muchos agresores que se echen atrás.
«Los acosadores son unos cobardes. Dentro de la consulta sí se crecen, pero fuera y delante de todo el mundo, ya no», dice el doctor. El centro de salud de la calle Cuba sufrió varios robos en verano: recetas, un maletín y varios cajones destrozados.