El tercer entrenador del Celta nunca arriesga en las permutas. En seis citas siempre se ha decantado por sacrificar a los atacantes con independencia del resultado
21 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Antonio López fue el blanco de la grada el pasado sábado. Ni la victoria ante el Hércules indultó al técnico de Pozoblanco, que hasta el momento tampoco mejora los números de sus antecesores en el cargo. Pero el motivo ya no son los puntos, sino los cambios. Desde su llegada al banquillo hace seis jornadas ha tomado decisiones poco entendibles, y si hasta la fecha el prescindir de delanteros con el marcador en contra había pasado con sigilo, el sábado el cambio de Okkas por Vitolo (delantero por medio defensivo) colmó la paciencia de los aficionados. Después, en la conferencia de prensa el cordobés lo justificó diciendo que no tenía a ningún delantero calentando. Una peregrina explicación que no convence a nadie.
El carrusel de cambios poco entendibles por parte del entrenador comenzó desde su misma llegada al banquillo. Esta es una semblanza de sus permutas en los seis partidos que la dirigido:
Hombre por hombre en el debut con el Albacete
Hombre por hombre fue su primera apuesta pese a verse por detrás en el marcador desde el minuto quince. Fernando Sales, Vitolo y Roberto Lago sustituyeron a Núñez, Mario Suárez y Jorge Larena. El partido acabó con derrota. Fue el día que Antonio López decidió dar la alternativa a Michu en el primer equipo, su apuesta más arriesgada hasta el momento.
La apuesta de Diego Costa en Los Pajaritos
Una semana antes López había dejado a Diego Costa fuera de la convocatoria por falta de implicación, pero la entrada del brasileño en el inicio del segundo tiempo (por Rosada) resultó clave para la remontada. Sus dos goles tumbaron al líder. Vitolo y Peña reforzaron el sistema defensivo de un Celta que jugaba en inferioridad en los últimos minutos en detrimento de Núñez y Perera.
Prescindir de los jugadores más creativos con el Sporting
Diego Costa y Perera lideraron el juego de ataque de los celestes, que fueron muy superiores al conjunto astur en todo momento. Sin embargo, fueron sacrificados por Okkas y Mario Suárez perdiendo referencias en los últimos metros. Quincy también había relevado a Jorge en la banda izquierda. El gran canario se ha asentado en esa posición desde el cambio de entrenador.
Delantero por delantero perdiendo en Ferrol
Con 2-1 en contra, Antonio López apostó por cambiar un delantero (Perera) por otro delantero (Okkas) que para más inri se escoró demasiado dejando a Diego Costa como una referencia arriba ante un rival que estaba acantonado dejando pasar los minutos. Mario Suárez y Michu (medio por medio) y Núñez por Quincy (interior por interior) fueron los otros dos movimientos. De nuevo faltó un poco de riesgo.
Mario Suárez como media punta ante la Real
Después de cuatro meses parado Guayre había jugado un tiempo en Copa Galicia ante el Coruxo y a falta de media hora López decidió darle minutos en la Liga. Más grave fue quitar a Perera para meter a Mario Suárez como media punta mientras Okkas estaba sentado en el banquillo. Sí acertó el cordobés devolviendo a la vida balompédica a Vitolo en detrimento de Rosada. El tinerfeño fue el sustento del equipo en los minutos finales.
Un mediocentro para suplir a Okkas con el Hércules
En un partido plácido, casi sin rival enfrente, Antonio López metió en el campo a Vitolo para sentar a Okkas, que en teoría estaba renqueante. Quitó a un delantero para reforzar la medular con un tercer mediocentro, aunque Michu terminó adelantando su posición. La grada no perdonó semejante cambio y obligó al técnico a dar una explicación en la sala de prensa. Los dos cambios restantes únicamente fueron de hombres.