Traballo media esta tarde para poner fin a la huelga de la ORA

VIGO

Los trabajadores empapelaron las máquinas de tíckets para advertir a los usuarios

17 oct 2007 . Actualizado a las 20:06 h.

La plantilla de la ORA fue ayer en bloque a la huelga convocada por el comité de empresa en protesta por lo que consideran incumplimientos del pliego de condiciones por el que se decidió la adjudicación del servicio. El paro se mantendrá durante tres días y continuará de la misma forma en las próximas semanas si no se logra un acuerdo.

La empresa Dornier mantiene que no existe incumplimiento alguno y ante la situación creada envió a Vigo a uno de sus directivos, Leopoldo del Pino, para hablar con el alcalde. Previamente, el concejal de Tráfico había mantenido un encuentro con los representantes sindicales de la plantilla.

Al margen de los contactos, el paro seguirá hoy a la espera de lo que pueda ocurrir por la tarde en la reunión mediadora convocada por la Consellería de Traballo. Finalmente tendrá lugar en Vigo ante la negativa inicial de los trabajadores a desplazarse a Santiago. En principio el dictamente del mediador no será vinculante, pese a que era una exigencia de la parte sindical.

Parquímetros empapelados

Aunque no existen datos, es previsible que la huelga haya provocado un casi completo impago por parte de los usuarios. De conseguirlo se encargaron los trabajadores que durante la noche anterior cubrieron todos los parquímetros explicando que los vigilantes se encontraban en paro y el servicio no funcionaba. Con esta medida evitan que se repita lo ocurrido en un conflicto anterior, durante el cual los usuarios seguían en su mayoría pagando al ignorar su existencia.

Esta huelga se produce semanas después de que Dornier se hiciera cargo de un servicio que estuvo catorce años en manos de una filial de FCC. En este escaso tiempo las relaciones entre trabajadores y empresas han sido tensas al pretender Dornier modificar las condiciones de trabajo de que disfrutaban los empleados.

Debido a ello las tensiones han sido constantes y en la práctica el servicio no ha funcionado con normalidad en este tiempo. Buena prueba de ello es que el lunes, en la jornada previa a la huelga, la plantilla no se incorporó a las labores de vigilancia hasta las once de la mañana. De esta manera protestaron por no haber recibido la ropa de invierno y sólo salieron a la calle cuando la temperatura subió.

En el lado municipal existe preocupación por la repercusión de la huelga y de la tensión entre ambas partes en las mejoras del servicio previstas por el Concello. Por ello Abel Caballero hizo ayer, tras reunirse con Dornier, un llamamiento a ambas partes para que logren un acuerdo «ya que la concesión durará catorce años y es preciso sentar las bases para lograr una convivencia aceptable».