Pese a que Putin es el enemigo público número uno y a que Europa da la espalda a sus productos energéticos, el país importó el año de la invasión de Ucrania un 55 % más de hidrocarburo con sello del Kremlin
El Kremlin ha puesto los ojos en el estrecho de Gibraltar por sus idóneas condiciones geográficas para hacer trasvases de crudo de un barco a otro y transportarlo hacia China o India, sus nuevos socios preferentes
El régimen de Putin descarta, de momento, recortar la producción, aunque los expertos auguran que tendrá que hacerlo porque no podrá colocarla en otros países