Un servicio sin precio

SOCIEDAD

01 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Cuando el Centro Nacional de Genotipado, cuyo nodo principal está en Santiago, se creó en el 2003, el objetivo principal que por aquel entonces se marcó el Gobierno fue el de proporcionar a los grupos de investigación de universidades, hospitales, instituciones científicas y empresas un servicio esencial para que la biomedicina en España pudiera competir a nivel mundial. La aspiración inicial no solo se cumplió, sino que se superó con creces hasta el punto, especialmente en Galicia, de marcar un antes y un después. Los investigadores a los que da servicio el nodo de Santiago, tanto los gallegos como los del resto de España, lograron a partir de las secuenciaciones masivas de las pequeñas variaciones genéticas del ADN encontrar la componente genética de múltiples enfermedades comunes y raras, lo que ha permitido avanzar en su diagnóstico y poner las bases para su tratamiento en el futuro. Es un trabajo que no tiene precio y que encima resultaba barato para las arcas públicas. El Estado aportaba poco menos de 300.000 euros al año. Demasiado barato para su alta rentabilidad. El Gobierno en funciones aún puede recapacitar. Y debería hacerlo.