23 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.
Rafael Gil asegura que la primera oportunidad para trabajar en serio la tuvo en Argentina, «este bendito país», porque en Galicia solo podía hacer chapuzas y ahorrar unos patacones para comprar un pitillo o ir al cine el domingo por la tarde. Su padre llegó hace medio siglo como polizón dentro de un armario en la bodega de un barco. Luego se fue viniendo el resto de la familia. Con el tiempo, Rafael estudió electrónica y abrió un taller que ahora regenta su hermano.
Él se ocupa directamente del restaurante de la Casa de Galicia. Añora la época de Menem, por la buena situación económica que el percibía en el país, a la que siguieron «momentos bravos». Sobre el momento actual lamenta la gran inflación, en torno al 25%