Gonzalo García espera con «tranquilidad y ambición»

M. G. SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO

14 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

La expedición del Obradoiro partió del aeropuerto de Lavacolla en el primer vuelo de la mañana hacia Madrid y a las doce del mediodía estaba ya en Melilla. El equipo realizó una sesión de entrenamiento por la tarde para dar los últimos retoques a la preparación del partido de esta noche, a las 21 horas .

Moncho Fernández tiene a todo el plantel disponible, incluido Michael Ruffin. El pívot americano, que se perdió la sesión matinal del miércoles por precaución, ya participó en la de la tarde. Arrastra una ligeras molestias en un tobillo que no le impedirán jugar.

En el Melilla no estarán dos jugadores que cuajaron un gran partido en Sar: Marcos Suka, lesionado, y Curtis Withers, por problemas administrativos. Pero Gonzalo García de Vitoria, técnico local, tiene a su disposición a Juanmi Morales, Óscar Yebra y Montañana, ausentes por lesión en Santiago. También será novedad Foote, un pívot de 214 centímetros de altura que está cedido por el Maccabi.

El técnico melillense espera el partido «con tranquilidad y ambición». «Sabemos que va a ser complicado -añadió- porque viene el líder de la liga, que además ha realizado la mejor primera vuelta de toda la historia de la competición».

Prevé un encuentro «muy táctico» y apela a la concentración y a la intensidad para evitar que el Obradoiro pueda distanciarse en el marcador. Está convencido de que si al final se llega con un tanteador muy apretado la victoria se quedará en casa.

Moncho Fernández también invoca a la intensidad, sobre todo en defensa. Recuerda que el Burgos se llevó la victoria de Melilla porque ese día acreditó un nivel de acierto extraordinario en ataque, sin descuidar la retaguardia. Y el Murcia, el otro equipo que consiguió doblegar al conjunto norteafricano, cimentó el triunfo en el trabajo de contención.

El alquimista de Pontepedriña subraya que esa será una de las claves, máxime teniendo en cuenta que la afición del Melilla «está muy encima» durante todo el encuentro.