Mi nombre es Sonia y vivo en Pontevedra. Estudio 2.º de ESO y mis notas son medianamente buenas.
Quería hablaros sobre un suceso, que ocurrió a mediados de octubre, relacionado con un libro. Esta novela se titula El viaje de Jack y, por lo que me han contado, trata de las aventuras de un chico. Al principio no me interesaba, pues me parecía una historia muy simple y con un final previsible. Pero aquel libro comenzó a ser muy famoso. La mayoría de mi clase estaba leyendo aquella novela, lo cual era extraño, porque solo leen la tercera parte de los veinticinco que somos.
Un ejemplo muy claro es mi amiga Anabel. Ella había leído todos los libros de la serie y me los recomendaba. Yo le decía que no me interesaban, pero ella insistía e insistía. Anabel es una chica que no saca muy buenas notas o, al menos, no las sacaba el año pasado.
Después de insistir tanto, una tarde decidí leerlo. Inspeccioné la portada, leí la sinopsis en busca de algo que le diera originalidad a la historia, pero mi búsqueda fue en vano. Abrí el libro por la primera página y comencé a leer. Como ya había supuesto, la historia era aburrida, sin ninguna sorpresa ni emoción.
Cuando llegué al capítulo siete, el texto cambió totalmente. Con los ojos muy abiertos, empecé a leer lo que tenía delante de mis narices: «Examen de Sociales. 1.º evaluación. Completa: En la Edad Media existían dos grupos sociales, los... y los... En el grupo de los... había...». Continué leyendo, muy sorprendida. Me acordaba de haber hecho aquellos controles. Entonces llegué a unos exámenes desconocidos para mí y me di cuenta de que coincidían con lo que íbamos a dar el resto del curso y por fin entendí todo. Anabel y todos los que leyeron el libro comenzaron a aprobar gracias a él. Esa era la razón por la que gustaba tanto.
Miré de nuevo la portada y me quedé observándola. No estaba escrito el nombre del autor, solo ponía «Anónimo», y no me extraña, si los profesores se enterasen de quién recopiló aquellos exámenes, al pobre desafortunado le caería un enorme castigo.
En mi calendario había apuntado un examen para dentro de dos días. Debería haberle dado el libro a una profesora para que hiciesen algo al respecto, pero no lo hice. Fotocopié el examen que iba a tener y otros más y le devolví el libro a Anabel. Al fin y al cabo, aparentemente, era un libro de lectura.