Los bomberos de Pontevedra acudieron ayer, por tercer día consecutivo, a dos comercios del centro alertados por un fuerte olor a gas. No han detectado nada
11 mar 2010 . Actualizado a las 11:29 h.Un misterio propio del mismísimo Sherlock Holmes ha tomado como escenario el corazón comercial de Pontevedra. Desde hace tres o cuatro días, los bomberos han tenido que acudir al número 68 de Benito Corbal alertados por lo que presupone es un fuerte olor a gas que hace temer que se pueda haber producido un escape. Ayer no fue una excepción.
Sin embargo, todas las mediciones realizadas arrojan el mismo resultado: cero. Ni rastro de emisiones tóxicas, ni nada por el estilo, y eso que el martes por la tarde empleadas de los dos comercios ubicados en el citado número tuvieron que ser atendidas por mareos.
El responsable de los negocios, que ha optado por mantenerlos cerrados hasta «hallar el origen del problema», precisó que los controles médicos realizados a las trabajadoras sacaron a la luz que una de ellas presentaba «una leve intoxicación por monóxido de carbono», mientras que las demás presentaban un cuadro similar, aunque «mucho más leve». Todas, eso sí, «con la misma sintomatología: dolor de cabeza, sensación de mareo y molestias en los ojos», reseñó Javier Iglesias.
Todo parece apuntar en la dirección de que, ya hace dos semanas, se detectó un fuerte olor a gas en un negocio cercano, si bien desapareció «rápidamente y sin ninguna consecuencia».
Pasaron los días y el incidente fue quedando en el olvido hasta que, este lunes por la tarde, la encargada de la zapatería en la tienda Emilio Iglesias optó por desalojarla «porque no se aguantaba dentro». De hecho, nada más salir de trabajar, la mujer acudió al hospital dado que se encontraba mareada, por lo que, al parecer, le administraron antihistamínicos.
Ayer, Javier Iglesias vinculó lo ocurrido con el olor que se registró entre las cinco y media y las seis y media de la tarde, «desapareciendo después de esa hora».
Al día siguiente se repitió la situación, aunque en este caso el supuesto escape habría tenido lugar sobre la una de la tarde después de que hubieran trabajado con total normalidad durante la mañana. De nuevo, el miércoles, los bomberos acudieron al inmueble y comprobaron «la pureza del aire», por lo que hoy los negocios prevén abrir con normalidad.