Pablo Álvarez festejó en Almería su primer gol de la temporada. Una diana que llevó bajo el brazo un punto. Sigue así el sino del mediapunta, que la pasada acabó con tres, alguno tan importante como el que dio la victoria en Bilbao, tres puntos que sostenían a aquel Dépor en la Copa de la UEFA. En esta campaña, sin embargo, no está contando con muchos minutos: lleva 499 (cinco partidos como titular, pero solo dos completos). «Yo trato de ayudar siempre al equipo», respondió ayer serio cuando se le preguntó por su suplencia, pese a la baja de Guardado.
El jugador reconoció que fue un partido con ocasiones para las dos partes, «pero fue partido de toma y daca. En el primer tiempo tuvimos el partido más controlado, pero mandamos dos ocasiones al larguero y cuando ellos se adelantaron el partido se volvió un poco loco», dijo antes de lamentarse de la ocasión que él mismo falló en los últimos minutos: «Fue una pena, porque ellos ya estaban pidiendo la hora».