Una piara de cerdos obliga a retirar el control de gálibo en Alba

A. Castroverde

PONTEVEDRA

Solo después de desmontados los topes de altura pudo pasar el camión que conducía los animales al matadero

28 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El paso de una piara de cerdos en un camión por Alba obligó ayer por la tarde a cortar el control de gálibo instalado el lunes en la PO-225 a 3,40 metros para evitar choques contra el puente del ferrocarril. Solo después de desmontado el control de altura, pudo seguir su recorrido el camión de unos cuatro metros de altura que llevaba los animales al matadero.

Decenas de conductores se encontraron en torno a las 5,30 de la tarde envueltos en una pequeña retención en la PO-225 que cruza de la carretera de Santiago a la de Vilagarcía. Cuando se acercaron al control de gálibo más próximo a la PO-531, se encontraron con la sorpresa de que estaba siendo desmontado.

La retirada del pórtico de control fue acogida con chanza por los conductores. «Vai para o desgüace», «Xa o romperon», «Durou tres días», comentaban al paso por el lugar donde está instalado. En medio de estos vehículos iba un camión de Noia con la piara -cerdas en su mayoría- camino del matadero.

Sin la retirada previa del control, el camión no hubiese podido pasar ya que el camino de acceso a las instalaciones del matadero municipal de Pontevedra parte de la PO-225 inmediatamente antes del puente del ferrocarril y queda ahora en medio de los dos controles de gálibo.

El vehículo, equipado con ventiladores y con un ascensor hidráulico para bajar los animales desde las celdas superiores, enfiló este camino para descargar la manada. Tras la correspondiente limpieza, volvió a la carretera al cabo de hora y media aproximadamente.

Hacerlo giratorio

Fue entonces cuando operarios de la empresa encargada del gálibo volvieron a reponer el pórtico a 3,40, tal como estaba antes del paso de la manada de cerdos. Un automovilista, que ya había pasado hacia la carretera de Santiago cuando se desmontó el control, ofició de ingeniero desde la ventanilla de su coche para ahorrar trabajo: «Es mejor que lo hagáis giratorio: así lo ponéis y quitáis cuando sea».

Pero, a falta de pórtico giratorio, los cuatro operarios procedieron de nuevo a cortar el tráfico y, con el auxilio de un camión grúa y una furgoneta, colocaron y atornillaron de nuevo sobre dos columnas metálicas la viga superior de la que cuelgan las pletinas que avisan de la altura de 3,40, equivalente a la que hay bajo el puente del tren donde chocan los camiones.

Tres de estas pletinas colgantes ya se desprendieron en la zona más próxima a la PO-531. Otras dos ya no cuelgan del dispositivo cercano a la N-550 Pontevedra-Santiago. Vecinos de la zona se quejan de que este dispositivo invadió una finca sin pedir permiso a los propietarios.