Las academias llegan a triplicar su número de alumnos en verano

Jaime Velázquez

OURENSE CIUDAD

20 ago 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Estudiar en vacaciones. Ya de entrada suena mal. No es el plan que más apetezca en verano, pero a cientos de jóvenes sufridores no les queda otro remedio. A la toalla, las gafas de sol y las sandalias que todos llevan en sus mochilas, ellos tienen que añadir libros y apuntes.

El número de alumnos llega a triplicarse en las academias de lugares vacacionales durante el mes de agosto. En la escuela New Castle de Sanxenxo no pueden acoger ya a más estudiantes. En las aulas con vistas al mar conviven estudiantes pontevedreses con visitantes de Ourense y A Coruña, y muchos otros turistas de Madrid.

En el colegio SEK, que imparten cursos de recuperación en verano, la mitad de sus 78 alumnos son de fuera de Pontevedra. Cuatro proceden de Madrid. El curso estrella es Segundo de Bachillerato. «La mayoría preparan selectividad para septiembre, y tienen que preparar todas las asignaturas», explica Jacobo Olmedo, director del centro.

«En el caso de que sean de otros cursos, suelen venir si han suspendido más de tres asignaturas, porque nosotros damos clases de todas la materias, si no, suelen ir a una academia». «En cualquier caso, siempre viene bien hacer un repaso de todo el año», añade el profesor.

Amigos de pasillo

En unas clases tan variopintas, el primer problema son los diferentes planes de estudios. «Cada profesor elabora un cuadernillo de trabajo a principio de curso con los objetivos básicos. Cada uno tiene libros de texto diferentes. Les pedimos el temario o los modelos de examen que les han dado en su centro».

Pero no todo es hincar los codos. Muchos de los estudiantes aprovechan también las horas en el centro para entablar amistades. «A algunos les debe gustar mucho; porque regresan todos los años», dice Jacobo Olmedo con cierta sorna. «Pero de verdad, lo pasan bárbaro, y a las cuatro de la tarde están fuera para disfrutar de la playa y estar con los amigos». «Lo único que se pide es concentración; a la más mínima lo ponemos en conocimiento de los padres».

El alza de las clases de recuperación de verano tira para arriba de un sector que tiene a perder alumnos en verano.

Adolfo Martínez Latorre, presidente de la asociación de academias de Pontevedra y propietario de la academia Marlat de Vigo sitúa el aumento de matrícula en 10%. «El tema de las recuperaciones ha vuelto a funcionar hace dos años con la nueva ley de educación, y muchos padres se han acostumbrado a que los chicos pasan de curso».

La mayor parte de los centros se ha especializado en formación continua y ocupacional, en preparación de oposiciones o de carreras universitarias. «Lo mejor son clases de apoyo durante todo el año, aunque hagamos milagros», recomienda Latorre.