
Inspirados en la filosofía de Jacques Derrida y las pautas de estilo del diseñador Martin Margiela, alumnos de diseño de moda reinventan antiguas equipaciones donadas por la entidad deportiva a una oenegé
04 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Deconstrucción: técnica de diseño que desarma las estructuras tradicionales de las prendas y vuelve a ensamblarlas de forma inesperada. Eso es lo que hicieron un grupo de alumnos de primer curso de diseño de moda de la escuela coruñesa FormArte con antiguas equipaciones donadas por la Federación Gallega de Fútbol a la oenegé Dignidad Galicia, un colectivo fundado en los años 80 que trabaja con colectivos vulnerables. Descosieron los pantalones y las sudaderas para convertirlas en una colección cápsula compuesta por dieciséis diseños —uno por alumno— en los que demuestran cómo la creatividad es capaz de multiplicar la vida de cualquier prenda en desuso. La idea de llevar a cabo el proyecto surgió de la propia oenegé. Y como desde hace años en la escuela se realizan talleres de deconstrucción, ambos colectivos hilvanaron una colaboración.
De ese modo un chándal acabó convertido en una minifalda combinada con un top para un look de día y otro en una falda que podría llevarse en los Grammy. Pero de dónde tomaron estos jóvenes su inspiración. «De la moda urbana y la cultura techno», coinciden Elda y Ángela, dos de las alumnas de la escuela. Aunque la primera también tomó nota del estilo de Arca, nombre artístico de la cantante de música electrónica Alejandra Ghersi Rodríguez. Y la segunda de la compositora británica Charli XCX.

Cada creación fue inmortalizada por el joven fotógrafo Xian Duarte después de que la estilista Inés Lema diera un toque a las modelos. Como todas las personas que están detrás del proyecto —desde las que donaron las prendas a los trabajadores de la oenegé, los profesores o los alumnos que crearon las prendas—, ellos también aportaron su desinteresado grano de arena a la idea.
La alianza entre la oenegé y la escuela, además de mostrar las puertas que abre el reciclaje textil al gran público, enseñaron a los alumnos una técnica que introdujo en la moda el diseñador belga Martin Margiela cuando rayaba la década de los noventa. Porque, como explican desde la escuela, «la técnica de deconstrucción es todavía el ejemplo de un proceso artístico surgido dentro de una oligarquía intelectual y 35 años después ha conseguido llegar al gran público para promover la expresión artística individual, el respeto al medio ambiente y la conciencia social». Pero sobre todo están muy satisfechos con el resultado: «Nos encanta ver como se han implicado los alumnos. Es verdad que el hecho de que sea una tendencia contemporánea nos ha ayudado, pero ves que les importa, y mucho, que exista un trasfondo de autenticidad. Ellos ven en la deconstrucción una forma de experimentar con la moda sin restricciones. Y dado que es accesible a todo el mundo aquí solo cuentan el trabajo y el talento». La colección cápsula nació de un chándal. Pero podría haber surgido de cualquier prenda oculta en el armario.