Marcos Franco, portavoz de ObservaTUR: «Agosto se desinfla como el mes preferido de los viajeros españoles»

YES

Marcos Franco

El socio fundador del Observatorio Nacional de Turismo señala que la economía, la tercera edad y la búsqueda de destinos más tranquilos pueden ser las razones que expliquen este cambio, que en Galicia se traduce en un incremento en julio y septiembre

09 sep 2024 . Actualizado a las 17:26 h.

¿Septiembre es el nuevo agosto? Habrá que esperar todavía para poder afirmarlo, pero, de momento, los datos apuntan a una ligera variación en el comportamiento de los viajeros nacionales acerca del período elegido para disfrutar de las vacaciones de verano. Así lo confirma Marcos Franco, socio fundador y portavoz de ObservaTUR (una iniciativa promovida por las principales empresas del sector y la Asociación Nacional de Agencias de Viajes), el primer instrumento de seguimiento y monitorización especializado en turismo emisor, que se dedica a analizar cómo se comporta el turista español en sus vacaciones tanto dentro como fuera de España, cómo reserva, qué destinos elige, qué servicios demanda en mayor medida y cuáles son sus hábitos.

 —¿Dónde se inspira el viajero español para elegir destino o somos de sota, caballo y rey?

—La foto varía, pero tampoco demasiado. Este año el 65?% han viajado a un destino nacional, y un 35?% a uno internacional, y en los años anteriores, las cifras son similares. En el 2021 y en el 2020 los datos cambian completamente, pero debido al covid. Los que viajan dentro de España van buscando sol y playa, costa mediterránea (18?%), costa andaluza (17?%), el Cantábrico y costa norte (12 %), Canarias (9?%) y Baleares (5 %). Los dos primeros son los destinos estrella para el turista nacional. Si nos vamos al extranjero, las capitales europeas y las rutas culturales son las que se llevan la palma. Luego hay destinos como el Caribe, que son muy demandados por el público español. Es un patrón que varía poco.

 —¿Cuál es el perfil del viajero de los meses de verano?

—Se viaja fundamentalmente en pareja, a un destino nacional, la duración es de entre una semana y quince días, se desplazan a la playa mayoritariamente, en coche particular y preferiblemente se alojan en hotel. El 70?% de los viajeros cumplen ese patrón.

 —¿Cada vez menos gente se va de vacaciones en agosto?

—Sí, lo que estamos viendo es que este año agosto ha bajado del 40 % y es el dato más bajo de la serie histórica de los últimos cinco años, la primera vez que baja de esa cifra, lo cual es significativo, aunque sigue siendo el mes preferido. Y en paralelo, vemos que el mes de septiembre se incrementa en cinco puntos respecto al año pasado, pasa de un 12 % al 17 %. Hay un cambio, por lo menos este año, en preferencia de agosto, es como si se trasvasaran datos de agosto a septiembre, lo que tendremos que ver es si esto es algo coyuntural o es un cambio de tendencia. Pero es una realidad que este año agosto se desinfla y con septiembre pasa lo contrario.

 —Estos son datos de toda España, ¿en Galicia ocurre lo mismo?

—Sigue el mismo comportamiento, pero mientras que a nivel nacional el desinfle de agosto se deja notar en septiembre, en Galicia no solo crece septiembre, sino que también se ha notado significativamente en el mes de julio.

 —¿Cómo se explica este cambio?

—Hay varias razones que nos pueden hacer reflexionar. Una de ellas, es el factor económico, porque según el último informe que hemos realizado, la gente sigue manteniendo las ganas de viajar, pero busca alternativas: ofertas especiales y descuentos, limitar otros gastos personales en su vida cotidiana, o incentivar el ahorro durante todo el año. Incluso se eleva el número de personas dispuestas a financiar sus escapadas, tal y como reflejaba el último informe de verano: tres de cada diez ahora sí se lo plantearían, algo que descartaba en el 2023. Agosto es el mes por excelencia para viajar, pero también es el más caro. Septiembre es un poco más barato. Hay que tener en cuenta que los precios han ido subiendo, la inflación... cada vez somos más pobres, pero eso no ha mermado las ganas de viajar, pero a lo mejor están cambiando ciertas conductas: igual menos gente se va en agosto, los que pueden.

 —¿Hay más razones o solo es una cuestión económica?

—No, otra variable puede ser que la gente en las vacaciones de verano busca relax, desconectar... destinos más tranquilos. Esta puede ser otra de las tendencias que tendremos que analizar. Y la tercera causa es el segmento de la tercera edad (65-74 años), que prefiere meses como septiembre antes que agosto claramente, y es un perfil cada vez más numeroso y que viaja más. A nivel turístico es cada vez más fuerte y potente. Quizás sea una mezcla entre estos tres factores los que den explicación al desinfle del mes de agosto y este crecimiento del mes de septiembre.

 —¿Se está notando en los precios de septiembre?

—Es la ley de la oferta y la demanda, de momento, el movimiento está ahí, no sé hasta qué punto es significativo. Pero los que prestan servicios turísticos, hoteles, agencias de viajes... son conscientes de que es un mes muy interesante, es el tercer mes preferido por los españoles, y es posible que esté subiendo. También hay otro factor que no sé si afectará a este incremento del mes de septiembre, pero tengo claro que afecta a lo largo de los viajes de todo el año, que es el alargamiento de la temporada debido al efecto meteorológico. Al final, la gente busca playa, que es el patrón de conducta de los españoles, y cada vez más los meses de septiembre y octubre son bastante benignos para poder disfrutar de un destino de playa.

 —¿Alargar la temporada tiene más pros que contras?

—Por supuesto, uno de los grandes retos del turismo en España es luchar contra esa estacionalidad. Yo, personalmente, estoy en total desacuerdo con las voces a favor de reducir turistas por muchos motivos, pero, fundamentalmente, porque es la primera industria en aportación al producto interior bruto (PIB), es el motor de la economía española, y el gran reto de la industria no es traer menos turistas, sino más en meses de menor ocupación e incluso en destinos que están menos «masificados», una palabra que no me gusta nada. Alargar la temporada beneficia esta desestacionalización y esta desgeolocalización.

 —¿Este bum que estamos viviendo de viviendas turísticas va en detrimento de los alojamientos en hoteles?

—Tanto en España como en el extranjero el hotel es la opción mayoritaria frente al apartamento, un 57?% de los viajeros optan por el hotel mientras que un 24?% escogen un apartamento. Y echando un vistazo a los datos de años anteriores: en el 2020 (40?%), en el 2021 (39?%), en el 2022 (46?%), en el 2023 (49?%), la tendencia al alza está clara.

 —¿Qué es lo que más valoran los viajeros a la hora de elegir las vacaciones?

—Lo que quieren es descansar, buscar esa desconexión, y el sentimiento que tienen durante los últimos años, yo creo que es un cambio a raíz de la pandemia, es las ganas de viajar, de salir, de disfrutar, de vivir, independientemente de otros factores externos, como puede ser la coyuntura económica o geopolítica. Es una de las tendencias claras de los cambios de comportamiento que ha habido en el turista nacional. Y hay datos, como te decía: suben los precios, cada vez tenemos menos capacidad adquisitiva, pues incluso nos planteamos elegir destinos menos costosos, reducir la duración de las estancias o viajar en temporada baja para conseguir precios más ventajosos o en un porcentaje significativo financiar esos viajes, pero no nos planteamos dejar de viajar. Y antes de la pandemia, el sector turístico siempre era muy sensible a cualquier turbulencia económica o política.

 —¿Los que no se van de vacaciones este año qué alegan?

—Casi 9 de cada 10 viajeros (porque la encuesta se la hacemos a los que han viajado en los últimos dos años), es decir, el 87?% tenía decidido, o era muy probable, viajar este verano, y la gente que lo veía poco probable lo hacía fundamentalmente por cuestiones económicas.

 —¿Cuál es la media del presupuesto del turista español?

—El presupuesto medio por persona este año se ha incrementado en 51 euros, y se sitúa en 677 euros, el importe más alto en los últimos cinco años. Y en Galicia, los viajeros gastan 633 euros de media por persona, el coste más bajo que la media nacional.

 —¿Cómo se reparte ese gasto?

—El 33?% en alojamiento, el 24?% en restauración, 19?% en transporte, 11?% en actividades en destino, 10?% en compras y 3 % en otros.