Laura Abelleiro, fan de El Combo Dominicano: «A súa música axúdame co meu autismo»

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MARCOS MÍGUEZ

Lleva desde el 2012 siguiendo a la orquesta canaria. Su pasión por este grupo arrastró también a su madre y logró hacer piña con otros seguidores. «Tiven unha crise un ano e non me despedín deles. Ao ano seguinte, Davinia deume un abrazo. Emocioneime tanto...!», dice.

08 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay fiesta sin un público entregado, y de eso saben mucho Laura Abelleiro, su madre Lourdes e Isabel Rodríguez, tres fanes incondicionales de El Combo Dominicano desde hace muchos años. Su pasión por la orquesta canaria se remonta al 2012. Desde entonces, la siguen a todos los sitios que sus circunstancias personales y laborales les permiten. Además, para Laura esta orquesta es mucho más que un grupo musical que le ameniza las noches de verano. Es una medicina: «A súa música axúdame moito co meu autismo. Tamén teño ansiedade. Se escoito as súas cancións, xa me tranquilizo, e reláxame», comenta esta seguidora, que también reconoce que vive todo el año esperando que llegue el verano para poder verlos de nuevo.

Cuenta que un año, cuando ya habían terminado la gira, no se pudo despedir de ellos en el aeropuerto porque tuvo una crisis y estaba en el hospital. Se llevó un gran disgusto. Pero Davinia, cantante de El Combo, fue a hablar con ella cuando la vio al año siguiente: «Deume un abrazo e díxome que me querían moito. Emocioneime tanto que ata chorei mentres me abrazaba», explica.

Su pasión por esta orquesta arrastró a los conciertos a la madre de Laura, y ahora ella también es fan de este grupo que triunfa en las verbenas de Galicia. «Nos convertimos, todos los que íbamos, en una gran familia», cuenta Lourdes, que explica que siempre que puede va a verlos. «Para mí, Juan Carlos es espectacular. Muy humilde y muy buena gente. Recuerdo que, una vez, él y su mujer, Davinia, le hicieron una videollamada a Laura para felicitarla por su cumpleaños», dice.

Isabel Rodríguez (a la derecha en la foto) es otra de las que lleva más de 15 años viendo las actuaciones de El Combo. Es tan fan que hasta el grupo invitaba a su hijo pequeño a salir al escenario: «Subía a bailar con ellos una canción con tres añitos, hasta que tuvo 13 o 14. Ahora, con 19 años, cuando va a verlos, ya le dicen: “¡Kevin, sube!”». Y cuenta que una vez le hizo el mismo traje que llevaban los de El Combo en las actuaciones. Fue una sorpresa para todos: «Cuando lo vieron subir al escenario así vestido, les iba mal. Era un minicombo».

Tanto le gusta esta orquesta a Isabel que se pasó años yendo a verlos a todos lados: «A lo mejor llegaba a las seis de la mañana y a las ocho me tenía que levantar para trabajar. Y, de siete días que tenía la semana, lo hacía seis», explica esta mujer que ahora dice tener el corazón dividido entre El Combo y la París de Noia, porque «ahora Oliver está allí».