La auténtica pizza italiana llegó a A Coruña por amor

TEXTO: SARA PÉREZ

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¡MAMMA MIA! La historia de Alice De Robbio no es otra que la de una chica que lo dejó todo por amor y decidió seguir el camino que su abuelo emprendió en Italia y abrir una pizzería 100 % napolitana. «Esto es para él», afirma

03 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Un día Alice De Robbio se dio cuenta de que tenía que cambiar algo en su vida y la idea de abrir una pizzería empezó a rondar su cabeza. Pero una de las de verdad. Una que apostara por la calidad de unos ingredientes que no fueran otros que los que marca una receta que sabe cien por cien a Italia. Ella se crio entre la harina, la mozarela y el tomate de la pizzería que su abuelo tenía en Nápoles y la influencia que ejerció sobre ella es ahora incuestionable. Y eso es lo que ha conseguido con Napolit, un local en el barrio coruñés de Matogrande del que saldrás hablando el idioma de la pizza napolitana. Porque prácticamente es lo único que se puede comer allí. Ni rastro de pasta. «Esto es para él», dice. Para su abuelo.

A Napolit todo llega desde Italia. Desde el horno de leña, que se fabricó en Nápoles y luego se trasladó hasta A Coruña, pasando por la madera (100 % de haya), la harina (Caputo 00), el tomate (San Marzano) y la mozarela (Fior di Latte, flor de leche en castellano). Es decir, ingredientes cien por cien italianos que le permiten a Alice afirmar que la pizza que elaboran cada día en Napolit es la auténtica pizza napolitana. Y es también la filosofía con la que han nacido: la de nunca perder ni el origen ni la tradición. Sin embargo, en su carta también se pueden encontrar productos españoles que combinan a la perfección con los italianos. Es el caso de las anchoas de Santoña o el jamón Joselito. Y también la fuerte apuesta que hacen por el buen vino. Todo de primera calidad, explica De Robbio: «Apostamos por la calidad máxima. Nuestra intención es mantener lo autóctono y original de la pizza napolitana, pero incorporando productos de la zona».

DE CHANEL A LA COCINA

Pero la historia de Alice va más allá. Ella trabajaba como proveedora de Chanel en Italia y fue allí, en una feria del sector, donde conoció a su actual pareja. Su principal apoyo y socio en esta aventura. Y por el que dejó todo por amor. «Cuando llegué a A Coruña buscaba comida italiana por todas partes, pero no estaba satisfecha», señala. Esa fue otra de las razones por las que se animó a traer a Galicia un trocito de Italia. La idea comenzó a ser real el verano pasado. «Me di cuenta de que mi trabajo no era lo mío, de que era infeliz. Y para solucionarlo tenía que cambiar algo en mi vida», explica. Y así fue como huyó de la monotonía y empezó a dar forma a su sueño.

Después de «lidiar con problemas que no puedes controlar», Napolit abrió sus puertas en diciembre del año pasado. El horno, que, por cierto, no se apaga nunca, fue su peor pesadilla, asegura. 1.600 kilos que no conseguían encajar en el hueco que le habían reservado en el local. «Tuvo que venir a ayudarnos un ingeniero que trabaja para Audasa», recuerda Alice. Y aunque les queda mucho por hacer, en palabras de esta italiana, ya se han ganado la confianza de los coruñeses, que hacen que cada día salga de Napolit una media de 160 pizzas. Y, la clave, está en la masa. Siempre está en la masa. ¡Tienen delivery!

FOTO: MARCOS MÍGUEZ