Loles León: «Jamás he ido al psicólogo, ya cualquier cosa me la arreglo yo»

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Goyo Conde

Ha cumplido los 71 y sigue imparable. Estrena «El refugio» en cines, está en «Tu cara me suena» y triunfa en teatro con «Una noche con ella». ¿Su secreto? «El optimismo»

26 nov 2021 . Actualizado a las 10:05 h.

Loles León no para, si en el teatro triunfa con su espectáculo Una noche con ella, en la tele ahora la vemos en Tu cara me suena. Estrena el 26 de noviembre en el cine El refugio, una comedia terrorífica para todos los públicos, y enseguida se pondrá a rodar con Santiago Segura la tercera parte de Padre no hay más que uno. «Lo voy a hacer todo a la vez», bromea, consciente de que está en racha a sus 71 años. «Soy una privilegiada­», asegura.

 —En el cine vives unas Navidades de terror, ¿te gustan las fiestas? ¿Eres de celebrar?

—Si puedo sí, pero con este oficio casi siempre estamos o rodando o en teatro, entonces bueno, la Nochebuena sí descanso, pero el resto de las fiestas casi siempre las trabajo.

 —No has parado, has hecho «MasterChef», ahora «Tu cara me suena», has seguido en el cine… ¿Te consideras afortunada o le pones mucho de tu parte?

—Me considero una privilegiada, me sabe mal, porque mi sector está muy castigado, pero nuestra profesión es así, a veces trabajas mucho y a veces nada. En esto o te mueres de hambre o te mueres de sueño.

 —Estás en todas partes, ¿cuál es tu secreto?

—Optimismo, sentido del humor y actitud positiva, esto es lo único que te puede salvar. E ilusión, yo soy muy entusiasta, me entusiasmo con todo y me gusta mucho mi oficio, me entrego totalmente y digo qué bien, y doy gracias al universo.

 —En todos los trabajos que has hecho eres el reflejo de una mujer que puede con casi todo. ¿Eres así?

—Sí, hay que tirar siempre para adelante en todo lo que te ponga la vida, porque esto es lo que hay, esto es vivir, con todo lo que lleva. Que la vida es bastante difícil de entenderla.

 —A mucha gente la pandemia la ha hecho resetear, ¿a ti hay algo que te haya hecho clic?

—Para mí fue como para todos, han sido unos momentos muy tristes, lo que pasa es que yo me vengo arriba sola, me animo y digo: hay que tirar y animar a los familiares que están tristes. También he perdido familiares, hemos sufrido momentos muy, muy trágicos, y muy desoladores, de mucha tristeza, de mucho llanto. Porque se han ido sin poder despedirnos. Yo he tenido esa desgracia, hemos tenido que salir apoyándonos los unos a los otros, no ha quedado otra. Pero aquí estamos, con entusiasmo.

 —La experiencia es un grado, ¿o son dos?

—Sí, sí, ja, ja. Yo he cumplido 71 y aquí estoy dándole, dándole. Yo no soy de estas que se oculta la edad, es una tontería. Yo quiero cumplir muchos, quiero vivir y estar aquí para verlo todo, aunque sea una anciana.

—¿Sigues con la dieta?

—Sí, sí, yo hago ayuno intermitente, lo importante es no cenar por la noche. Así te acuestas y dejas a tus órganos que respiren, que trabajen, que se limpien. Si te metes comida, y te vas a dormir, los tienes ahí apabullados.

 —¿Cuál es tu refugio cuando las cosas se han puesto duras?

—Pues mi refugio soy yo misma, cuando las cosas se ponen duras me meto para dentro, me cuido yo y me remuevo yo, y luego ya salgo para arriba ligerita de equipaje.

 —O sea que sales llorada de casa, no quieres que se te note.

—Yo cuando salgo voy a dar buen rollo y ya está.

 —Tú eso de ir al psicólogo nada de nada...

—No, no, no he ido nunca, primero porque no he tenido tiempo y segundo porque son muy caros, y tercero, yo me digo lo que le voy a explicar a él, me lo explico yo, así ya lo saco, lo oigo. Y digo: ‘Uy, madre mía’, ya lo arreglo yo.

 —Tú eres de coser y cantar.

—Sí, sí. Yo soy de arreglarlo todo, cualquier cosa, digo: ‘Eso te lo arreglo yo’.

 —Eres a la que llaman las amigas: Bibiana Fernández, Rossy de Palma…

—Sí, sí. Recurren todas, yo les aconsejo: ‘Eso no es nada, así que patatín y patatán’.

 —El público te reconoce también esa fortaleza a través de los papeles que has hecho.

—Sabes qué pasa, siempre me dan mujeres de mucho carácter y eso yo sé que es para mí. A mí me gustan, pero también me gustarían papelitos de gente sencilla, más calmada, más normal, pero, hija, no me llegan. Voy fuerte, pero no me hace falta nada, estoy bien, tal cual. Me conformo con lo que me dan: que me dan de lo mismo, a mí no me importa. Lo que me gusta es trabajar y papeles que me den buen rollo. Yo lo hago todo, soy agradecida.