«Só discutimos polo que vemos na tele»

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ANA GARCIA

21 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Pura y Ana bien podrían ser madre e hija, pero son suegra y nuera respectivamente. «O que ten comigo é paixón de nai totalmente», dice Ana, y su suegra lo confirma: «Eu tiven tres varóns, e ela é a filla que teño, é coma se fose criada na casa». Una impresión que, aunque parezca increíble, mantienen tras vivir juntas desde hace 36 años. Ni la convivencia desgasta esta relación a prueba de todo. Ana vivió durante unos años en casa de su marido y de sus padres, hasta que tuvieron la suya propia a punto y, al final, decidieron mudarse los cuatro juntos. Hoy, ya viuda, Pura disfruta de su hijo, de su nuera y de sus nietas. Hoy es un pilar fundamental en la familia y en casa, en una etapa que está golpeando duro y en la que es ella, con 86 años, quien atiende a su nuera, que atraviesa un cáncer de mama, cada vez que lo necesita. «Algo hai que facer, porque ela ás veces non pode, e antes tamén me ten axudado a min», señala.

SIN GRANDES BRONCAS

Ana secunda a su suegra y asegura que en su casa jamás llegó la sangre al río: «Nunca nos tiramos dos pelos. Se temos que dicirnos algo facémolo, pero sempre con moito respecto. O único polo que discutimos é pola tele». Y ahí sí que se pronuncia su suegra: «E que eu quero ver os realities. Véxoos todos, ata o de La isla de las tentaciones, pero a ela non lle gustan e acaba cos cascos postos». Pura tiene otras dos nueras a las que también quiere mucho, no puede ocultar que su ojito derecho es la de casa.

«Podo estar discutindo coas cuñadas, que a razón sempre ma vai dar a min», dice su nuera entre risas. Eso sí, hay suegra para las tres. Y sin meterse en sus vidas: «Xamais dos xamaises. Deus queira que non lle dea esa tentación á miña cabeza. Eu quero moito ás miñas noriñas, quéroos a todos, é así». Ella, que compagina toda su actividad en casa con sesiones de gimnasia y en un taller de memoria, también disfruta de los cafés y del aperitivo con su nuera. «Aínda que agora non me quere camiñar moito, prefire quedar a palillar», apunta Ana. No se puede estar de acuerdo en todo, pero a la vista está que ni falta que les hace.