«Yo vi 78 veces a Bruce Springsteen»

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Miguel muestra parte de la colección de revistas, entradas y objetos relacionados con Springsteen.
Miguel muestra parte de la colección de revistas, entradas y objetos relacionados con Springsteen. MARCOS MÍGUEZ

Amor de fan. A Miguel González Perdiguero le gusta tanto el Boss que ha viajado por el mundo adelante para verlo en vivo, teniendo incluso contacto directo con él. Asegura que cuando se anuncia una nueva gira del artista empieza la fiesta

12 oct 2019 . Actualizado a las 19:15 h.

La vida de Miguel González Perdiguero cambió en 1981. Tenía diez años. «Escuché en la radio la canción Hungry Heart y me enamoró», recuerda. Es una de las piezas de The River, uno de los álbumes míticos de Bruce Springsteen. Su rugosa melodía pinchó en aquel corazón infantil. De manera definitiva. Treinta y ocho años después la devoción por el Boss no solo sigue intacta, se ha acrecentado. Además de discos, revistas de coleccionista y fotos autografiadas, Miguel tiene una lista muy particular. Impresa alcanza la cara y media. En ella recopila todos los conciertos del músico americano en los que ha estado. «Yo vi 78 veces a Bruce Springsteen», acredita. Y en noviembre, que tiene previsto viajar a Nueva York, el listado rozará ya los ochenta.

Este abogado coruñés reconoce que, para él, cuando se anuncian las fechas de cada nueva gira del Boss se altera su estado de ánimo. «En cuanto se saben, ya empiezo a mirar vuelos, conexiones, hoteles… todo. Para mí la fiesta empieza ahí y termina cuando acaba la gira», explica. Ojo, no se trata de ver a Springsteen si actúa en Santiago o, como mucho, en Gijón o Madrid como la mayoría de los fans. La experiencia consiste en hacer una secuencia completa, yendo incluso a varios conciertos seguidos en la misma ciudad.

PORTADA DEL DISCO  MAGIC  DE BRUCE SPRINGSTEEN FIRMADO POR ÉL Y TODA SU BANDA,
PORTADA DEL DISCO MAGIC DE BRUCE SPRINGSTEEN FIRMADO POR ÉL Y TODA SU BANDA,

Hay un fundamento. No existen dos conciertos iguales de este músico. «Springsteen varía el repertorio de un concierto a otro entre un 40 % y un 60 % -señala-. Yo, por ejemplo, he estado en Nueva Jersey viéndolo cuatro noche seguidas. De las veintitantas canciones que tocaba cada día coincidían 10 o 12, como mucho. Con otros artistas eso no ocurre. A mí me gusta U2, pero visto un concierto de la gira, vistos todos».

En esta trayectoria de fan hay varios hitos. Hace memoria: «El concierto del 2002 en Barcelona, presentando The Rising en el Paul Sant Jordi estuvo impresionante. También en Boston, en el año 2007. Fueron los últimos en los que estuvo Danny Fererici, el teclista de la E. Street Band, antes de morirse. Se notaba que era la despedida». Pero también los hay por motivos más personales: «Otro concierto buenísimo fue en Nueva Jersey, con mis padres. Verlos, con 70 y 75 años, disfrutando tanto durante tres horas, me encantó».

MIGUEL ANGEL GONZÁLEZ PERDIGUERO CON STEVEN VAN ZANDT, GUITARRISTA DE BRUCE SPRINGSTEEN Y ACTOR DE LOS SOPRANO
MIGUEL ANGEL GONZÁLEZ PERDIGUERO CON STEVEN VAN ZANDT, GUITARRISTA DE BRUCE SPRINGSTEEN Y ACTOR DE LOS SOPRANO

Tras toda esta experiencia, lo tiene claro: si existe la posibilidad, a Springsteen hay que verlo en Estados Unidos. «Sin duda alguna. Actualmente, él vende más en Europa que en Estados Unidos. Aquí hace conciertos en grandes estadios, con peor sonido y mucha más gente. En Estados Unidos hace pabellones. Ver, por ejemplo, a Bruce en el Madison Square Garden es otra cosa». No todo lo norteamericano es igual. «Lo ideal es la zona Boston-Nueva York-Filadelfia. O también en Los Ángeles».

CONTACTO CON EL «BOSS»

Un seguidor así no se iba a conformar con contemplar a Springsteen solo desde el público. En dos ocasiones tuvo contacto directo. La primera vez fue en el año 2012, en México. ¿Cómo lo logró? «A través de un buen amigo, estuve con él al final del concierto. Hablamos un rato. Estaba muy sorprendido con los fans de México. Chapurreaba un poco de español. Me llamó la atención su mirada, muy noble y de buena gente. Te hace sentir protagonista e importante».

Imagen tomada en Gijón en el 2013, Miguel Ángel González con Springsteen en su camerino
Imagen tomada en Gijón en el 2013, Miguel Ángel González con Springsteen en su camerino

El año siguiente, en Gijón, Miguel volvió a encontrarse con el Boss. Esta vez llevó con él a su mujer y sus dos hijas. «Simplemente lo fuimos a saludar y hacernos unas fotos con él. Lo vimos antes de salir al escenario, bromista y tranquilo. Nos dejó y a los dos segundos estaba aporreando la Fender Telecaster delante de 45.000 personas».

Ahora, cuando ya planea una futura escapada americana, Miguel piensa qué ocurrirá cuando el artista se retire. «Me va a causar un vacío, porque no conozco a ningún artista que pueda suplir esto», dice. Quedarán todos estos recuerdos, ordenados y clasificados. Pero también sus discos. Desde sus dos favoritos -Born To Run y Darkness on the Edge of Town- hasta el último, Western Stars. «Me parece una de sus mejores obras, tanto desde el punto de vista musical como de la crudeza de sus letras -reflexiona-. Es Bruce en estado puro. Refleja en parte la depresión que tuvo durante muchos años, como ya dijo en su biografía, buscando respuestas en solitario, en el desierto californiano».