Un médico que colgó la bata para subirse a una tabla de surf, una librera que después de 31 años se entregó al mindfulness y una joven de Venezuela que dejó todo atrás para impartir pilates en Galicia. Arriesgaron y ganaron. Estas son las historias de tres valientes que lucharon por su sueño
01 nov 2019 . Actualizado a las 15:03 h.La vocación de médico le viene de sus padres, y también de padre, el amor por el mar. «Mi padre tiene más nombre que yo, pero eso es algo que llevo con orgullo», dice Guillermo, hijo
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