«Después de adoptar me quedé embarazada»

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MARCOS MÍGUEZ

05 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Pilar Longueira se define como una peleona. «Sales adelante. Al final, como en el libro de El Secreto, se trata de visualizar y de dejar que las cosas fluyan». Recuerda cómo fue el proceso de ser madre. «Trabajaba mientras estudiaba y entre que terminas la carrera... al final me casé con mi marido, Rubén, en el 2001, cuando tenía 30 años». Los dos tenían claro que querían ser padres, «pero tardaba en quedarme embarazada». «Nos hicimos pruebas y todo estaba bien. En el 2004 lo conseguimos y tuvimos un aborto. Toqué fondo y gracias a la familia salí adelante», recuerda Pilar. «Fue un momento duro, sientes como un vacío. Físicamente me recuperé muy rápido, pero emocionalmente tardé».

siempre se consigue

Al año siguiente decidieron dar un paso más en su camino a ser padres: pusieron en marcha los trámites de adopción. «Siempre quise tener familia numerosa y siempre había querido adoptar. Iniciamos el trámite de adopción con la India en el 2005, pero no salió. En el 2006 cambiamos el expediente y volvimos a empezar los trámites para adoptar en Etiopía». Y ahí sí, la maternidad estaba más cerca. Pilar describe todo el proceso «como estar en una montaña rusa»: «Pedimos dos menores porque no queríamos que fuese hijo único y tuvimos mucha suerte. Nos preasignaron unos mellizos de año y medio: Daniel y Friku. Desde que vi la foto fueron mis niños». En el 2007 viajaron a Etiopía. En casa eran cuatro, pero el destino les tenía preparada una nueva sorpresa: dos años después, Pilar se quedó embarazada y nació Gabriel, el pequeño de la familia. «Son mis regalos, mis tres niños». Ahora, echando la vista atrás, recuerda como la meditación y asistir a clases de relajación le ayudaron tras el aborto. «Es algo habitual y te das cuenta, sobre todo, cuando te ocurre a ti. Si hay alguien que haya pasado por lo mismo lo importante es que no se desanime. Es muy frustrante cuando quieres ser madre y no puedes, es una sensación difícil porque vas a un lado y ves que otros han tenido niños. Pero al final se puede conseguir».

FOTO: MARCOS MÍGUEZ