Prendas para lavar y usar

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COMPROMETIDOS CON EL MEDIOAMBIENTE Y CON LA IGUALDAD Así son los niños de Mimico, una firma de moda infantil que fabrica prendas unisex y respetuosas con los recursos naturales del planeta

04 feb 2019 . Actualizado a las 13:54 h.

Echar un vistazo a estas prendas es mirar a Galicia. La fuente de inspiración de Carolina y Carmen Picallo de Mimico es nuestra tierra, los inmensos bosques atlánticos, el mar y sus acantilados, los helechos que inundan el paisaje, las pequeñas flores silvestres y nuestra fauna. Mimico es una firma de moda infantil que apuesta por el diseño y la sostenibilidad. «Yo trabajaba en otra empresa que no tenía nada que ver con el sector. Aunque mi formación es en moda, estaba embarazada, creí que era el momento y me lancé en este proyecto junto con mi hermana», explica Carolina. Tenían una premisa: hacer algo respetuoso con el medio ambiente, preservar los recursos naturales del planeta con colecciones éticas y conscientes. «Es algo que nos inculcaron desde pequeñas», apunta Carolina, que explica que para arrancar se pusieron en contacto con María Almazán de Latitude para que les facilitara algunos contactos de fábricas y producciones respetuosas con estos principios y con los derechos laborales.

Así fue como en el 2016 nace Mimico con unas prendas elaboradas exclusivamente en Galicia para impulsar el comercio local, a excepción del algodón orgánico que «no se encuentra fácilmente». Las hermanas Picallo se encargan del proceso al completo. Todos los estampados son de diseño propio, están elaborados con tintes ecológicos y únicamente emplean fibras naturales. Algunos ejemplos son el algodón orgánico y las fibras recicladas como el PET (el poliéster procedente del reciclado de las botellas de plástico). «Estas prendas son válidas para todos los lavados que requiere la ropa de los niños, las hemos probado y quedan impecables. De hecho, sirven para lavar y poner, el algodón que trabajamos casi no hace falta plancharlo, es muy cómodo», explica Carolina, que recuerda que lo único que no se puede planchar directamente son las prendas de PET, porque es plástico reciclado.

Puntualmente realizan ventas en puntos físicos para darle visibilidad a la marca, pero principalmente venden a través de la web. Más que la apuesta por un tipo concreto de negocio, ellas tienen clara que es una apuesta por una filosofía de vida. «En los temas de ecología y reciclaje está todo el mundo muy concienciado en dejarle un planeta mejor a nuestros hijos, pero además, yo creo que es muy importante dejar personas mejores. Es una manera de concienciar, en este mundo de la fast fashion estamos muy acostumbrados a comprar, que cada dos semanas haya una colección nueva. Sin embargo, nosotras lo hacemos al revés, apostamos por tener mejor producto y no consumir tanto, oye me voy a cortar de tener tres vestidos al año, porque no hay necesidad. Los niños aprenden no solo el respeto por la naturaleza, también una manera de vivir. No necesito 20 camisetas en la temporada, necesito tres. Y no hay que crearles una necesidad en esto», explica Carolina. Las colecciones son para niños a partir de los tres meses y hasta los seis años, y en su mayoría, salvo los vestidos, son unisex. Así crecen comprometidos con el medio ambiente y la igualdad.