¿A cuánto está el leirapark?

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ESTE PÁRKING TAN NUESTRO lo peta en verano. Tanto es así que hay quien elige playa en función de si lo tiene cerca, y ya existen zonas donde hay casi más por metro cuadrado que arena. Aunque tienen coste, para muchos aparcar a pie de playa no tiene precio.

04 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El leirapark se ha convertido en algo más que en un aparcamiento muy nuestro. A estas alturas, es un factor muy, pero que muy importante, a la hora de elegir la playa a la que vamos a pasar el día. Si eres de perderte en calas escondidas, no tendrás problema. Pero ojo, como te vaya el ambiente, más te vale tener donde aparcar. Pongámonos en situación. Como usuaria habitual del leirapark en playas concurridas y con chiringuito, os puedo asegurar que a golpe de domingo, su servicio no tiene precio. Son de tarifa única, para aparcar todo el día. A pie de playa y sin más columnas que los árboles. Sin más barrera que la del paisano que controla quién entra y quién sale -¿cómo serán capaces de saber el que ha pagado al llegar y el que no?-. Aunque el precio viene siendo bastante estándar de norte a sur de Galicia, hay que decir que no todos los leiraparks son iguales. Sí, pasamos al nivel experto.

Lo primero que marca tal decisión es, lógicamente, la distancia del punto de la playa en el que quieres ponerte. Porque sí, hay zonas con tantos leiraparks que uno puede dejar el coche donde más le convenga. No tendrás problemas para encontrarlos, porque la mayoría están señalizados con carteles. Si ya tienes la zona delimitada, siempre y cuando sea posible, elige uno de césped. Ya es suficiente con la arena que traerás de la playa como para mancharlo también con la tierra de un párking sin asfaltar.

A tu llegada, es muy probable que te encuentres ya otro cartel, el del precio. En el mío te dan hasta la bienvenida por si no están los que controlan el cotarro cuando llegas. Si ya tenemos césped, toca ser ambiciosos y encontrar uno con árboles. Así te habrás ganado un plus: el de la sombra para no derretirte más de lo necesario en la vuelta a casa.

CARRILES Y PLAZAS

Adentrémonos en el leirapark en busca de un sitio. No es difícil apabullarse entre tanto árbol, pero tienen todo controlado. Por tener, algunos tienen hasta las plazas delimitadas por topes de madera previamente clavados al césped. Imposible aparcar mal. Y, de paso, ocupar dos plazas y privar de ganancia al párking. Hay quien lo tiene tan bien montado que ni siquiera te dejan al libre albedrío entre los árboles, sino que señalizan con flechas el sentido de la marcha hasta que llegas a la salida. Allí, si has abonado el párking te dejarán salir amablemente. Ahora bien, como hayas llegado antes que los dueños de la parcela, ellos lo detectan. Aquí no hay reconocimiento de matrícula, ni falta que les hace. A la mayoría ya nos conocen las caras.

Ahora que tienes la guía práctica para elegir leirapark, toca hablar del precio. Hace unos años encontrábamos algunos a dos euros el día. Pero de un tiempo a esta parte, han subido algo. Por los que hemos podido comprobar por la zona norte, el precio estándar es de 2,50 euros. La zona más cara, que para eso es el epicentro del veraneo gallego, es la sur. Por Cangas y Cambados, ya hablamos de tres euros. Sanxenxo, lamentándolo mucho, no es zona de leiraparks a pie de playa, aunque encontrarás unos cuantos por los entresijos del pueblo.

Eso sí, cuando uno sube de la arena con la silla, la otra silla, la bolsa, la nevera, las palas, la sombrilla, el colgador de la sombrilla y la cuerda preparada para colgarte tú y tiene el coche al lado y a la sombra, te das cuenta de que este servicio tan nuestro, en realidad, no tiene precio.