«Por amor podría hacer cualquier cosa»

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LARDIEZ

En un año lleno de proyectos de altura que bien podrían hacerle ganar su tercer Goya, Natalia de Molina acaba de estrenar «No dormirás» junto a Belén Rueda, una película de terror que va más allá de los límites de la mente. «Lo que me da más miedo es la realidad», dice esta dormilona que es toda una experta en el Camino de Santiago

16 jun 2018 . Actualizado a las 01:39 h.

Natalia es mucho más que la actriz de moda. Luchadora nata, se ha ganado un nombre propio basado en buenas decisiones. Al estreno de No dormirás suma el de La catedral del mar y el rodaje de Elisa y Marcela, la gran historia de dos mujeres que intentaron casarse en la Galicia de inicios del siglo XX enfrentándose al mundo. Ella vivió en la piel de Elisa, que se hizo pasar por un hombre «para poder vivir en libertad un amor que en aquella época no tenía ni nombre, porque no existía una denominación para definir lo que era el amor entre dos personas del mismo sexo», asegura.

-«No dormirás» promete.

-Sí, es una peli de terror en la que está Belén Rueda, que es la diosa del género, y un director, Gustavo Hernández, que también se maneja en él como pez en el agua. La historia trata de un grupo de teatro dirigido por Alma Böhm, que es como una superestrella dentro de la performance y del teatro y sus funciones van siempre más allá con mucho riesgo, llevando a los actores al límite. En esta última función está trabajando sobre el insomnio, y mantiene a sus actores durante cuatro días sin dormir. Habla un poco a nivel psicológico de lo que es real y lo que no, de si es real lo que tú percibes cuando te falta el sueño. Yo interpreto a Cecilia, que es una de las actrices que está compitiendo junto a Bianca, la protagonista, por el papel principal en la obra. Es un personaje como más naíf, pero que luego se van descubriendo cosas sobre ella. Realmente es una peli de terror clásica que, aunque es de terror, va más allá. Tiene mucho suspense, thriller, drama...

-Me parece que la que no dormiré seré yo como la vea... ¿Me equivoco?

-Ja, ja, ja. ¡Sí, puede ser, puede ser!

-¿Cuál fue tu récord sin dormir? ¿Es cierto que percibimos cosas que de otra forma no vemos?

-Los sentidos se disparan y la mente puede jugarte malas pasadas, y también entra ahí un poco la paranoia de saber si es real o no aquello que estás percibiendo, si una puerta se está abriendo de verdad o no, y ahí entra ya el que cada uno quiera creer en esas cosas, ja, ja. Pero yo realmente soy superdormilona, me encanta dormir y tengo una facilidad aterradora para quedarme dormida en cualquier situación. Pero sí que me acuerdo de la vez que más tiempo he estado despierta, que fue un día que tenía un examen en la carrera y lo llevaba regular, y dije: «Mira, voy a estar aquí estudiando hasta el día siguiente». Recuerdo la sensación, fue muy curiosa, porque ya estaba con ese sueño que te caes pero te obligas a estar despierto, y estaba como borracha, todo me hacía gracia... No sé, estaba todo el rato riéndome, como si estuviera borrachísima.

-¿Da más miedo la realidad, las sombras de la mente?

-Sí, y de hecho cuando me preguntan que qué me da miedo a mí en la vida yo siempre digo que lo que me da miedo es eso, que la mayoría de las veces la realidad supera a la ficción. Esta peli si eres un poco empático te puede conectar con el lado más oscuro de la mente, hay tantas cosas y preguntas sin responder... Porque hay un gran misterio alrededor del cerebro, de cómo funciona... hay muchos vacíos que todavía no se han rellenado y que probablemente no se sepan nunca. Hay ahí un mundo que a veces dices: «Bueno, ¿y hasta qué punto es real esto que toco porque lo toco?».

-Esta es ya la historia de terror más vista del cine argentino.

-Sí, es la película más vista de terror argentina en su país, ¡así que empezamos con el listón alto!

-No sé cómo lo haces, pero siempre eliges muy bien.

-Bueno, se intenta. No sé si elijo bien o mal, pero tengo la suerte de hacer lo que quiero hacer y me dejo guiar por el instinto. Cuando recibo los guiones siempre hay una cosa ahí como de corazón, que siento y digo: «Estaría chulo hacer esto». Y tengo la suerte de poder elegir, no sé si mejor o peor, pero por lo menos con la tranquilidad de que lo que hago es porque quiero hacerlo.

-También te estamos viendo en «La catedral del mar». Es otra trama dura... ¿Te estarás especializando en personajes intensos?

-Sí, la verdad es que todos los personajes que hago al final son supercomplejos y todos tienen como un nivel de intensidad bastante alto, pero bueno, también son los más interesantes como actriz, el poder hacer cosas tan diferentes y con tantas capas. Intento no quedarme en la superficie, intento darlo todo e investigar mucho.

-¿Y cuándo podremos ver «Elisa y Marcela»?

-Estamos todos deseando verla. Ha sido una experiencia muy bonita. Luego la peli nunca se sabe cómo va a salir o no, pero lo que hemos vivido rodándola, eso no me lo va a quitar nadie, ha sido muy especial. Ya la historia es superespecial y allí, rodándola, han pasado cosas muy mágicas que ojalá se vean luego en la pantalla. Ha sido muy bonito, y con Isabel Coixet ha sido muy fácil trabajar.

-Tú haces de Elisa, que se vio obligada a hacerse pasar por un hombre para poder casarse con su pareja.

-Sí, Elisa en esta historia de amor es la que decide hacerse pasar por un hombre y vestirse como ellos para poder vivir en libertad un amor que en aquella época no tenía ni nombre, porque no existía un nombre para definir lo que era el amor entre dos personas del mismo sexo.

-Podemos decir que la época imponía sus reglas, pero su felicidad estaba por encima de todo.

-Sí, totalmente. Es una historia de amor y de dos personas que quieren ser felices y que quieren vivir en libertad, y no le hacen daño a nadie. Pero claro, la sociedad en la que vivían se lo ponía todo muy complicado.

-¿Te ves haciendo algo así por amor? ¿Serías capaz?

-Yo creo que por amor se puede hacer cualquier cosa. Cuando tú estás enamorado es un sentimiento tan bonito... De repente sientes que es como casi magia, una persona que te completa y que amas y que te ama... Todo lo bonito que encierra el amor... Cuando encuentras a una persona a la que amas y es recíproco, por ella se pueden hacer muchas cosas. Todo será poco.

-¿Iremos a por otro Goya?

-Bueno... ja, ja. No, no... yo eso, esas cosas ni las pienso. Para mí el premio de verdad es hacer las cosas que estoy haciendo, y poder hacer de Elisa. Con eso yo ya he ganado, con poder estar en esta película y dar vida a esa mujer, con poder contar una historia tan increíble, y que gracias a esta peli la gente que no la conocía la vaya a conocer. Ojalá que al ver esta película a todos los que piensan mal sobre las personas del mismo sexo que se aman les cambiara la mente, que entendieran y vieran el amor, que dijeran: «Pero si esto es amor, qué mas da». Deberíamos de estar luchando por la gente que mata, por la violencia, pero no contra gente que se ama. Y eso hoy en día sigue pasando. Esta película está basada en 1900, pero es que hoy en día sigue habiendo persecuciones al colectivo LGTBI y millones de cosas que son muy actuales. Así que para mí ese sería el verdadero premio, que la gente la viera y que les cambiase la mentalidad.

-Hablando de intolerancia, creo que aguantaste de todo por la foto que subiste con las axilas sin depilar durante el rodaje...

-Parece mentira, pero bueno, no sé, también te das cuenta de lo atrasados que estamos en general, porque todas las mujeres tenemos vello, es una cosa supernatural. No puedes asustarte tanto por ver una axila sin depilar, me parece surrealista, ¿no? Te das cuenta de lo avanzados que estamos en unas cosas y lo atrasados que estamos en otras que tienen que ver con la naturaleza y con la realidad, pero bueno, poquito a poco. Ojalá algún día seamos todo lo libres que podamos y que cada uno haga lo que quiera, el que quiera depilarse que se depile y el que no quiera, no. No por ello vas a ser menos mujer.

-¿Qué tal tu paso por Galicia? ¿Habías estado antes?

-Cuando era pequeña, los quince días que pasaba con mi padre era haciendo tramos del Camino de Santiago, y estuve como tres o cuatro años recorriéndolos con él. Lo que pasa es que desde entonces no había vuelto, y como este ha sido un rodaje muy intenso no he tenido mucho tiempo para hacer vida normal, pero los sitios a los que hemos ido para rodar son una auténtica pasada. El paisaje gallego es espectacular, y en la peli también se ve. Y hemos comido... ¡hemos comido muy bien! Ja, ja, ja. Fue muy bonito el rodaje.

-O sea, que eres una peregrina.

-He sido una peregrina, ja, ja. Bueno, una «fake peregrina», porque era muy pequeña y hacía como tramitos, decía: «Venga, dos kilómetros», y me recogían con el coche. Un poco cusca, pero bueno, sí que lo fui, ja, ja.

-Ya no eres la actriz del momento, ¿impone más estar ya consolidada?

-Es que no me siento consolidada, es una paranoia, porque creo que sí que me han pasado cosas muy increíbles y no paro de trabajar, pero yo todavía siento que estoy empezando. Si es que en realidad llevo muy poco. Y sí que tengo esa presión de decir: «Es que quiero vivir de esto toda mi vida», porque no quiero que sea algo efímero o una moda. Tengo ese miedo. El día que me sienta consolidada respiraré un poco más tranquila, pero a día de hoy digo que no sé si mañana seguiré trabajando de esto. Estoy luchando y hago mi trabajo con mucha responsabilidad porque es lo que quiero, quiero jubilarme encima de un escenario o detrás de una cámara.

-Tienes 27 años y una vocación de hierro.

-Sí, tengo 27 y esta siempre fue mi vocación. Lo que no sabía era que lo iba a conseguir.

-¿Y qué te dice tu madre? Estáis muy unidas.

-Mi madre está orgullosísima, y para mí ella es el amor de mi vida. Verla a ella cómo lo disfruta y cómo se siente de orgullosa, la sonrisa que le sale cada vez que ve algo mío... Es el mejor regalo que le puedo hacer a todo lo que ella ha dado, así que por lo menos que se sienta orgullosa y disfrute de su hija.