Todo lo que hice por conocer a Beckham

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MARCOS MÍGUEZ

NO ES AMOR. Tampoco obsesión. Es admiración. Mariana Ferreiro tardó dos años en cruzar miradas con su ídolo, David Beckham, y cada Navidad, como el turrón, recuerda las peripecias que tuvo que hacer para conseguir verlo en persona.

09 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos años y un día. La canción de Mariana Ferreiro cuenta la historia de un amor imposible. Un amor platónico entre esta coruñesa, fan número uno del futbolista más galáctico, y David Beckham. «Es más fácil ver a Rajoy que a Beckham», asegura entre risas. De su encuentro con su ídolo guarda muchos recuerdos: entre ellos una camiseta sin lavar firmada de puño y letra por el exjugador del Real Madrid. Mariana sudó para conseguirla y para verlo en persona. Dos años de peripecias y aventuras que recrea en cada comida navideña. Todo empezó con el fichaje de Beckham por el Real Madrid y su primer partido en Riazor. Mariana se queda sin entradas. Llama a toda su agenda. «Quería entrar sí o sí y conseguí que me dejasen un carné de socio». Tenía a Beckham a unos cinco metros de distancia. «En la primera parte él me miraba y yo sonreía. Llamaba la atención porque el look que llevaba era más de front row que de ir a ver un partido de fútbol. Recuerdo que fui a la peluquería y me pusieron la onda Miss Venezuela que se llevaba en ese momento». Con onda o sin ella, todavía no estaba lo suficiente cerca. Llegó el descanso. Mariana consiguió colarse en la sala de prensa: un pequeño paso para Mariana y gran paso para tocar a Beckham. Casi, pero no. «En la segunda parte del partido todos los astros se pusieron de mi lado: Beckham se puso justo en mi banda. Me temblaba la pestaña».

Mariana estaba a un metro de su ídolo. «Nos cruzamos miradas, tenía una sonrisa amable». Cuando casi estaba a punto de tocar el cielo, Mariana sintió que alguien le tocaba a ella en el hombro. Se giró. No era Beckham, era su personal de seguridad. «Me pidieron el carné, lo miraron. Yo no era Rodolfo, evidentemente, jajaja». Se hizo un silencio en el mundo de Mariana. «Me echaron por los vestuarios. Casi sin darme cuenta estaba fuera del estadio, sola, sin bolso y sin ver a Beckham».

UN AÑO DE ESPERA

Pero esta rubia muy legal, así le llaman sus amigas, no se rindió. Tenía una nueva oportunidad: un año hasta el siguiente partido de Beckham en Riazor. Empezó a planearlo todo. «Cambié de estrategia». Su misión era encontrarse con su ídolo fuera del estadio. Y lo consiguió. «Moví todos los hilos futbolísticos que tenía. Y lo logré». Un amigo le dijo exactamente dónde y cuándo tenía que estar. «Fue en la zona de la playa de Riazor, antes del partido». Mariana cambió de look. «Quería que pareciese informal, en plan ‘David, estoy en tu misma onda’». Se acuerda perfectamente de ese momento: vaqueros rotos, botas Uggs ?esas ya no las tengo porque las metí en la lavadora-, jersey blanco de cuello vuelto de angora recién estrenado, unas gafas carey de Carrera y mi moreno». El encuentro fue fugaz, pero intenso. «No duró más de dos minutos. No paraba de sonreír. Como él de español no tenía ni idea y mi inglés era cero fluido le tuvimos que escribir mi nombre en un papel. Me lo dijo todo con la mirada». Mariana nunca olvidará ese momento. «David llevaba puesta la equipación, pero en plan gentleman: en lugar de botas de fútbol parecía que llevaba zapatillas de ballet». También se acuerda de su olor: «¡Olía genial!».

Mariana nunca dejó de admirar a Beckham y a su familia. «Me gusta como persona y lo que representa». Lo sigue en redes sociales, a él y a su mujer Victoria Beckham. «Les doy muchos likes a sus fotos y les dejo comentarios: ‘congratulations’, ‘great’... Me gusta seguir sus pasos. Ver los anuncios que rueda Beckham y cómo se comporta siempre y le sonríe a todo el mundo. Son la familia perfecta, solo les falta tener un perro». Como fan del exfutbolista inglés, en su repertorio de películas no falta Quiero ser como Beckham. «Aunque me decepcionó un poco. Creo que todas los fans de Beckham esperábamos verlo en la película y solo sale de lejos en un póster». Algún día alguien contará en el cine la historia de esta coruñesa con nombre artístico. El título: «Todo lo que hice para conocer a Beckham».