En Madrid se celebró un certamen de belleza con cuatro categorías en juego. Algo parecido al concurso clásico de Miss España pero reconvertido en Miss Supranacional, Miss Earth, Miss Internacional y Miss Intercontinental. No voy a hacer comentarios sobre el nombre elegido para los títulos, pero sí sobre el hecho de que dos de las ganadoras fueron gallegas. La nueva generación de guapas arrasó. La banda de Miss Earth fue para Noemí Sartal Loira, de 19 años recién cumplidos y natural de Poio (Pontevedra), adonde estoy deseando ir para conocer la renovada propuesta gastronómica de Pepe Vieira. «En octubre viajaré a Filipinas y las actividades serán plantar árboles, cuidar animales... Para mí es más bonito porque no es lo típico de estar todos los días con tacones», relata esta joven que tiene fijada la fiesta de graduación para el 26 de mayo. «Después no sé qué voy a hacer. Dudo entre policía judicial y azafata. No lo tengo claro», confiesa. Casi de la misma quinta es la otra triunfadora, Beatriz Balseiro Cendán, de 20 años, ganadora del título de Miss Supranacional. Es de Vilalba (Lugo), le encanta el capón, y estudia Diseño de Interiores en la Escuela Pablo Picasso de A Coruña. «El 15 de noviembre iré a la final a Cracovia. Tendré que llevar ropa de abrigo», comenta sonriente.
DESDE NIÑAS
Dicen que se llevan muy bien. «Hicimos buenas migas», apunta Noemí. Ambas comenzaron en el mundo de la moda siendo unas niñas. Beatriz a los 12 y Noemí a los 13. Desde entonces protagonizaron catálogos, acudieron a sesiones de fotos o desfilaron sobre pasarelas. Lo que sucede es que ahora apenas hay desfiles en Galicia. Todo se concentra en semanas de la moda en las grandes capitales. Hace unos días acudí a la inauguración de la nueva tienda 14 OZ en la céntrica calle Juan Flórez de A Coruña. El empresario José Antonio Chacón organizó una gran fiesta para presentar en sociedad el moderno espacio y las primeras marcas que ofrece. Recuerdo que saludé a modelos como Olga Barrera o Montse Suárez, directoras de la agencia New Models de la que, precisamente, forman parte Noemí y Beatriz. Entre unas y otras hay casi veinte años de diferencia. Las primeras forman parte de una generación a la que les sobraba el trabajo y no existía ni crisis ni polémicas sexistas. Ahora todo parece más complicado. «Espero que poco a poco vaya cogiendo fuerza de nuevo. Yo estoy muy contenta y no me puedo quejar, por ejemplo, de los organizadores del certamen. Ojalá que se le dé más bombo», analiza Beatriz, de la nueva generación de guapas gallegas.
BODAS DE PLATA SINFÓNICAS
La mujer que tenía en la butaca de al lado se emocionó. Con voz lírica acompañó el Cumpleaños feliz con el que la Orquesta Sinfónica de Galicia cerró su concierto de 25 aniversario en el Palacio de la Ópera de A Coruña. Y me acordé del que fue violonchelo principal y uno de los fundadores de la orquesta, el francés David Ethève, fallecido hace unos meses. Recuerdos de los que somos de otra generación.
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