Diecisiete millones de euros es el presupuesto asignado por el gobierno municipal de Vigo para la realización del proyecto de peatonalización de la Porta do Sol. El elemento más costoso de esta iniciativa es la apertura de un túnel entre Policarpo Sanz y el final de Elduayen. El gobierno local, dirigido por Abel Caballero, incluyó esta acción dentro de la Estratexias de Desenvolvemento Urbano Sostible e Integrado Vigo Vertical para obtener los fondos de la Unión Europea.
El proyecto fue criticado por asociaciones creadas por vecinos de la zona, como la Asociación de Veciños e Comerciantes Afectados polas Obras do Túnel na Rúa Elduayen y Vigo Histórico. Su posición no era contraria a la peatonalización, pero sí a la construcción del túnel y a su salida en el Paseo de Alfonso.
El Concello pretende construir un túnel de 4,9 metros de altura y un carril por cada sentido de la circulación. El paso subterráneo permitirá crear una gran plaza pública de 5.000 metros cuadrados para uso de los peatones. El proyecto ha tenido que modificarse una vez desde que comenzaron las obras a finales de 2019. En primer lugar, debido al riesgo que advirtieron los técnicos de que el Sireno se viniera abajo debido a su elevada esbeltez. Por otra parte, el equipo que lleva a cabo el control arqueológico pudo documentar hasta seis estructuras de muros de granito inéditos que podrían datar del siglo XIX bajo la calle Policarpo Sanz.
Ahora, el campo de la arqueología plantea un nuevo panorama al detectar numerosos restos del Vigo que vio en pie las murallas que cerraron la antigua población entre mediados del siglo XVII y la segunda mitad del siglo XIX. Y se esperan nuevos descubrimientos en la zona.