Areolíneas

Eduardo Rolland
Eduardo Rolland LA BUJÍA

VIGO CIUDAD

31 may 2019 . Actualizado a las 12:11 h.

Sin recibir ayudas públicas, la compañía Binter acaba de cumplir un año en el aeropuerto de Vigo. Vuela a Las Palmas y a Tenerife con dos frecuencias semanales en cada una de las rutas. Y acaba de hacer balance: 75 por ciento de ocupación y 16.000 viajeros sólo entre Vigo y Gran Canaria. De hecho, a final de año aumentará su oferta al cambiar sus aviones de 100 plazas por otros de 132. Así que los datos son claros: la conexión funciona, también porque las Canarias son el paraíso y porque hace trasbordo con cualquiera de sus islas sin coste adicional.

Pero lo interesante del caso está en la primera frase: sin recibir ayudas públicas. Porque, en efecto, Binter no está en el mercadeo usual en otras aerolíneas, con Ryanair a la cabeza, que presionan a las administraciones amenazando con poner o retirar rutas si no reciben cada vez más y más dinero público. Por esta razón la low cost irlandesa abandonó la terminal de Peinador. Porque el alcalde se plantó, lo cual no es fácil, pero en su caso, con la reelección asegurada en las encuestas, tenía poder para decidir. Otros regidores, temerosos del impacto, suelen plegarse a las exigencias. Y Ryanair lo sabe.

En contraste, en Vigo tuvimos once años un vuelo internacional diario con París, operado por Air France, que tampoco cobró nunca ayudas públicas. Y funcionaba. Porque esta es la mayor ciudad de Galicia y aquí están los pasajeros. La desgracia es que haya que competir con aeropuertos subvencionados donde hay aerolíneas que viven de las ayudas públicas. Porque en Peinador hay clientela. Como lo demuestra Binter al igual que antes lo hizo Air France.