Elena Barraquer: «Si cada oftalmólogo cooperase una semana acabaría la ceguera evitable»

j. g. SANTIAGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

Esta oftalmóloga dirige la fundación que lleva su nombre y que fomenta que se opere de forma solidaria

25 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cataratas son la principal causa de ceguera: «de 40 millones de personas ciegas en el mundo, 19 millones lo son por cataratas, que es una ceguera reversible», afirma Elena Barraquer, oftalmóloga de la conocida saga familiar catalana. Dirige la fundación que lleva su nombre, que impulsa operar solidariamente, como hace ella hace más de una década. Ayer apeló a la cooperación de especialistas en Santiago.

 -¿Encuentra respuesta solidaria?

-He tenido una respuesta más entusiasta de la que esperaba y confío que haya más. En nuestras últimas expediciones participaron oftalmólogas gallegas, como Andrea Álvarez Novoa, de Vigo; o María Gil, de Santiago.

-¿Dónde ejercen esa solidaridad?

-África es el continente con más necesidad. En Mozambique, por ejemplo, donde hay 18 millones de habitantes, solo ejercen 15 oftalmólogos. También hay mucha demanda en Asia y en Sudamérica, pero tienen mucha más ayuda y más posibilidades.

-¿Cómo es la cooperación?

-Cuando vamos allí a operar, les ayudamos con material que llevamos y que les dejamos. Porque además de la falta de especialistas, incluso donde los hay no siempre tienen poder adquisitivo para comprar lentes intraoculares y otro material fungible necesario para operar cataratas.

-¿Cómo resulta la experiencia?

-Solucionar el problema del todo va a ser muy difícil, porque la edad de la población va en aumento y cada vez hay más cataratas. Pero como he repetido varias veces: si cada oftalmólogo del mundo cooperase una semana de su tiempo acabaría la ceguera evitable, podríamos erradicarla; este es el objetivo principal de la fundación que presido.

-¿Lo ve factible?

-Como dice un ilustre Premio Nobel, y estoy de acuerdo: lo difícil toma tiempo; lo imposible toma solo un poco más de tiempo.

-¿Como hacen las operaciones solidarias?

-Son ambulatorias y con anestesia local; la mayor parte de los hospitales o dispensarios donde trabajamos no tienen posibilidades de anestesia general. Visitamos los pacientes al día siguiente; si hay alguna complicación se vuelven a ver antes de regresar; y siempre les dejamos la medicación posoperatoria, para que el oftalmólogo o técnico oftalmólogo local haga el seguimiento. Hemos operado incluso donde no había este personal, y desde alguna oenegé nos enviaban fotografías por e-mail para el seguimiento a distancia. Eso no es lo ideal, pero es lo que hay; no podemos dejar sin operar zonas donde no hay personal y medios, pues suelen ser las más necesitadas.

-¿Le impactó algún caso?

-En el último viaje a Angola operé a una joven de 20 años, que tenía un bebé de año y medio al que no había visto, pues solo distinguía si había o no luz. Después de operarla de la catarata de un ojo, cuando vio mi mano y que podía contar los dedos su alegría era maravillosa.