«La gente está agotada. Son ya dos años de lucha y de pelea. Hay personas que ya han comenzado a pasar página pero en la zona cero aún quedan tres familias para las que el regreso aún se ve a largo plazo», resalta el portavoz de los afectados. En la zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil desde el 7 de septiembre del 2018, aprovechan estos días para seguir trabajando. Hay también mucha «incertidumbre», advierten, en los casos de las segundas residencias a falta de poder comenzar su reconstrucción.
«Han sido dos años de duro trabajo y el cansancio va haciendo mella pero vamos a seguir luchando, como el otro día que tuvimos que paralizar la obras del alcantarillado porque querían dejar sin servicio a tres casas y aún quedan flecos por resolver», indica García. La ilusión es mayor, «porque las cosas se están empezando a resolver y vemos que se están ejecutando los servicios así que la gente vuelve a recuperar la calma». A nivel judicial, siguen esperando que se retome la instrucción.