Nueve de las 31 familias que perdieron sus casas hace casi un año tienen ya licencia para volver a levantarlas
04 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Tres familias de la zona cero de la parroquia de Paramos, en Tui, han comenzado ya las labores de reconstrucción de sus casas. No son las viviendas que la explosión de un almacén ilegal de pirotecnia hizo que desaparecieran del mapa el pasado 23 de mayo, pero sí hogares con daños estructurales de gravedad y que provocaron el desalojo forzoso de sus propietarios, reubicados desde entonces en pisos de alquiler o con familiares. El suceso costó la vida a un matrimonio, que dejó dos niños huérfanos.
El alcalde de Tui, Carlos Vázquez Padín, acompañado por el edil de Seguridad Ciudadana y arquitectos de la Diputación de Pontevedra y del Concello, dieron ayer cuenta del estado del lugar al reabrir al tráfico el barrio de A Torre, clausurado y blindado desde la explosión. Son 21 las licencias que se han solicitado., de las que 9 ya están concedidas y las demás «están tramitándose». El Concello considera, al igual que la plataforma de afectados, que a raíz de la línea de ayudas que, por importe de 857.000 euros se aprobó en el último pleno de la corporación, serán al menos cinco familias más las que solicitarán licencia de reconstrucción, «ya que los propietarios de segundas residencias dudaban sobre qué hacer porque las únicas ayudas eran de la Xunta y de tan solo 45.000 euros», apuntó el presidente de la plataforma de afectados, Salvador García. Otros tres vecinos decidieron rehacer sus casas fuera, opción que contemplaban las ayudas de la Xunta. «A situación fóra da zona cero é moi próxima á normalidade; aquí aínda falta, pero esta reapertura supón algo de luz», indicó el regidor sin fijar plazos para la recuperación total, ya que hay que desarrollar el plan de reposición y mejora de servicios, cuyo límite se sitúa en julio del 2020. «Aínda que o noso obxectivo é axilizalo, porque, loxicamente é parello á posible normalización da vida dos veciños», dijo. El plan asciende a 500.000 euros. Uno de los problemas es que el terreno es muy rocoso, lo que limitará la actuación, que prevé soterrar los servicios de telefonía y electricidad, la pavimentación, el saneamiento y las mejoras de los espacios públicos que permita el presupuesto.
El alcalde (de Converxencia 21) anunció que solicitarán de nuevo la personación en el proceso judicial que se le denegó hace unos meses, para reclamar el millón de euros que el Concello adelantó para ayudar a los afectados.