Jordan, el virtuoso persistente

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

PONTEAREAS

Jordan marcó su primer gol de la temporada el domingo y esperar pasar de seis.
Jordan marcó su primer gol de la temporada el domingo y esperar pasar de seis. XOÁN CARLOS GIL< / span>

Paso adelante del medio del filial, que mantiene intacto su sueño de llegar al Celta

24 sep 2015 . Actualizado a las 17:51 h.

Jordan Domínguez (Salvaterra, 1995) lleva toda una vida en la estructura del Celta. Llegó a A Madroa hace casi una década, procedente del Condado, y desde que se enfundó la camiseta celeste en el infantil B mantiene el mismo objetivo: jugar algún día con el Celta en Primera División. «A miña meta sempre vai ser chegar ao primeiro equipo, é o meu soño dende que estou no Celta. Ojalá algún día poda debutar en Primeira co Celta».

Esta temporada ha dado un paso adelante en el filial. El Celta B ha dejado atrás tiempos de zozobra táctica y emula al primer equipo desde el dibujo -«o que se lle pide a un filial é que xogue ao fútbol e nós temos calidade para xogar como o primeiro equipo»-. Y bajo ese paraguas Jordan, jugador con calidad y con visión de juego, ha cogido galones en la sala de máquinas e incluso ha inaugurado su cuenta goleadora del curso ante la Arandina. «Non son moito de goles, pero este ano teño a meta de superar os seis da tempada pasada», comenta el futbolista. Un síntoma de su ambición.

Jordan no es un desconocido en la factoría celeste. Lleva tres años en el filial, desde los tiempos de Paco Herrera sabe lo que es entrenar con el primer equipo, ya ha disputado varias contiendas amistosas y ya acumula dos veranos a las órdenes de Berizzo, al que define como «un adestrador diferente, peculiar e moi cercano aos xogadores». Entrar en contacto asiduamente con el primer equipo es una de las últimas estaciones para aquel niño que con nueve años llegó de Francia para jugar en el Condado (hoy Vila do Corpus de Ponteareas) desde el que dio el salto al Celta. Primero jugando torneos con el alevín y después enrolándose en el infantil B. Con sus padres como taxistas. «Queiras ou non, son anos duros. Es un anano, tes que estudar pola mañá, logo comer, estudar e adestrar. Ata hai dous anos tiveron que sacrificarse meus pais para levarme a Vigo. Agradezo de corazón o que fixo miña nai», que fue la encargada, por horarios, de transportarle a diario.

Una década después de aquel inicio Jordan sigue teniendo la misma devoción por el mundo del balón. «Non me vexo noutra vida que non sexa o mundo do fútbol. Quero e vivo para o fútbol. Non estou apurado en debutar co Celta en Primeira, pero é a miña meta e espero conseguilo». Pero al mismo tiempo, sabe que nadie le garantiza que vaya a cumplir su sueño y se cubre las espaldas con los estudios. «A miña meta é o fútbol, pero nunca se sabe, por eso nunca deixei os estudos». Cursa segundo de Bachillerato y le gustaría estudiar interpretación y traducción para aprovechar el francés que le viene de cuna.

Por el momento en lo único que piensa es en llevar lo más arriba posible al filial este curso, el primer paso para que pueda cumplir su sueño. Ser parte del primer plantel celeste.