El precio del VIH

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua LA TRAPALLADA

NIGRÁN

JAGADEESH NV

22 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cuánto vale una vida? Hay quien dice que infinito. En estos días inciertos en que los algoritmos están de moda, tal vez sería útil consensuar el algoritmo de la vida -o de la muerte-, para ponerle un precio objetivo. Sería algo parecido a lo que ya hacen los seguros, los jueces o Hacienda en las herencias: dividir futuro esperado entre pasado consumido para obtener un resultado en euros. A muchos lectores de La Voz les ha indignado la información sobre un vecino de Nigrán que vivió quince años creyendo que portaba el VIH, el virus del sida, y al que esa convicción le arruinó la vida. Se lo diagnosticaron erróneamente en el Hospital Povisa y, aunque se le repitió la prueba y arrojó un resultado negativo, nadie se lo dijo ni se anotó en su historia clínica. A los lectores les indigna la ridícula indemnización que ha fijado el juez: 60.000 euros. Gracias a él sabemos que cada año que piensas que tienes una enfermedad incurable y potencialmente mortal vale 4.000 euros. Pero lo peor no es la falsa creencia, sino sus consecuencias: el joven tenía 35 años, una mujer y una hija; y, creyéndose sentenciado, cayó en la droga, se divorció, perdió el contacto con su familia, se perdió a su hija y ahora está en la cárcel. Una canallada. La sentencia recoge algo más inquietante: cuando su entorno supo que tenía el virus del sida lo convirtió en un apestado. Lo aisló. A la niña la señalaban en el colegio. Porque el sida, al contrario que la diabetes o la hipertensión, es una enfermedad moral. Eso sí, somos capaces de indignarnos por esta perrería y, a la vez, cruzar de acera al tropezarnos con un sidoso, no vaya a ser el aire que atraviesa sea contagioso.