Formar personas a través del balón

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

GONDOMAR

XOAN CARLOS GIL

En el Gondomar Fútbol Base no se exige rendimiento deportivo, sino un sobresaliente en valores

23 abr 2018 . Actualizado a las 13:17 h.

Hay clubes cuyo nombre lo explica todo. Entidades en donde el resultado es secundario y los valores del fútbol, la vida y los hábitos saludables están por encima de todo. Así nació el Gondomar Fútbol Base doce años atrás y así pervive. Y la idea cuenta cada vez con un grupo más importante de adeptos como lo demuestran sus 310 deportistas y sus 16 equipos en una estructura que comienza con niños de tres años y que finaliza con un equipo de Tercera autonómica con un tope de 25 años.

«Para nós a base éo todo. Queremos ensinar os valores do fútbol e nada máis, moito máis non podemos facer. Para nós o importante é a formación, o resultado non llo esiximos a ninguén, a ningún equipo», comenta José Manuel Blanco, un presidente con tres años en el cargo y nueve en total en labores de directivo dentro de la entidad gondomareña.

Por eso cumplir las normas de conducta se convierte en algo esencial. «Temos normas para rapaces, adestradores e incluso pais», comenta el presidente a modo de preámbulo antes de entrar en la letra pequeña de su filosofía como club: «Unha das cousas que temos claras aquí é que ao árbitro non se lle pode faltar nunca, os pais teñen que animar sempre sen chegar a insultos. Aquí temos claro que a figura do árbitro non é a culpable de perder ou de gañar».

Quizás por eso, en su trienio al frente del club nunca han tenido ningún problema con los colegiados. «Os árbitros -añade- polo que me din dentro da federación desexan vir a Gondomar porque saben que aquí ninguén os insulta, ninguén da casa, dos de fóra non me podo responsabilidade. Eu pola megafonía sempre digo o mesmo: ‘Dejad que el árbitro haga su trabajo’».

Porque José Manuel es el hombre orquesta del club. Cada día está a las ocho de la mañana en el campo de As Cercas para preparalo todo, se encarga de la lavandería, la burocracia y está hasta las tantas de la noche atiende las necesidades de cada equipo en sus entrenamientos.

Que el rendimiento no sea lo más importante tampoco quita para que lleguen resultados deportivos. A nivel colectivo el equipo sénior está a punto de cambiar de categoría. «Este ano o Terceira rexional tiña equipo para ascender, e querían ascender e para arriba», comenta mientras puntualiza que ninguno de los jugadores cobra porque «aquí veñen a divertirse, nunha lles esiximos nada, e de vez en cando pagámoslle un churrasco. Aquí ninguén gaña cartos a conta do fútbol». El juvenil también avista de cerca la Liga Galega.

Y a nivel individual han comenzado a exportar talento. El Choco y la base del Celta han sido los primeros receptores. Cada vez que un club llama a su puerta por este motivo, lejos de poner trabas, actúan. «Nós no momento que nos enteremos que a un rapaz veñen a buscalo somos os primeiros en mandalo», sentencia Blanco Lourido.

A este crecimiento y consolidación, ayuda el tener claro el método desde el principio al fin. En el Gondomar FB todos los equipos tienen la misma filosofía de juego, aunque luego cada uno de los nueve entrenadores principales tenga que incluir sus matices. «Temos unha metodoloxía de traballa igual para todos, pero segundo a categoría hai mis un menos esixencia. A nosa idea de fútbol é tocar balón, nunca rompelo arriba, intentar dar os pases máximos para chegar a portería». Todo, quemando etapas, que la formación comience como un juego y que luego vaya paso a paso.

Y como complemento a su trabajo durante todo el año en el mes de julio organizan un campus que cuenta con la presencia del mítico Sanchís. La guinda a un proyecto con las ideas claras.