El periodista Ignacio Carreras publica «El ángel fiel», una novela negra ambientada en Baiona
06 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.En una playa de Baiona, un hombre encuentra una misteriosa caja de cartón. Al abrirla, desatará una espiral de pánico, horror y muerte que convertirá en presas a todos los habitantes de la tranquila villa marinera. Así se presenta «El ángel fiel», un trabajo se que apunta al bum de la novela negra ambientada en Galicia y que cuanta «la lucha contra un psicópata sin piedad que justifica sus asesinatos en un visceral odio hacia las mujeres. Un periodista en horas bajas lo dejará todo para cazarlo mientras intenta salir de su propio infierno personal».
Parafraseando a Mario Vargas Llosa, Ignacio Carreras Ojea (Vigo, 1990) dice que lo más importante que le ha ocurrido en su vida ha sido aprender a leer. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Zaragoza y trabaja como guionista en Televisión Española. Acaba de publicar de estrenarse como novelista con El ángel fiel.
-¿Cómo empezó a escribir?
-Haciendo fichas de deportistas. Luego me fui entrenando en la escritura y en la lectura a la vez.
-Es su primera novela. ¿Por qué dio el paso?
-Me gusta mucho escribir y quería que apareciera Baiona en el relato. Me siento de allí, me reconozco en ese lugar y su paisaje. Primero planeé una novela histórica ambientada en Baiona y luego me decidí por escribir una novela negra, que es un género que me gusta mucho.
-¿A qué se debe esa querencia por Baiona?
-Mi bisabuelo era de allí. Mi familia y yo íbamos siempre en verano y cada vez que podía, en los puentes. Este año, por la pandemia, no puedo ir. Vivo en Madrid y en verano tuve una semanita de vacaciones, pero tuve dificultades para ir a Baiona porque no podía cuadrar con mi mujer. Al final fueron tres días de visita solamente pero me sirvieron para recargar pilas.
-¿Dónde se puede encontrar el libro?
-En Amazon. Envíe la novela a tres editoriales, pero finalmente me decidí por la autopublicación.
-¿Cuánto le ha costado?
-Publicar es gratuito, ellos se quedan con un porcentaje de las ventas. La ilusión de publicar un libro no se puede pagar. Es una sensación indescriptible para una persona a la que le gusta mucho escribir.
-Usted cita como referentes a Carlos Ruiz Zafón y Stephen King. ¿Se ha inspirado en los trabajos de estos escritores?
-Me he alimentado de todo lo que pasaba por mis manos. Mi padre y mi madre son grandes lectores y yo he estado muchas veces hojeando novelas en La Casa del Libro. Allí he descubierto a grandes autores, como Katzenbach, que me han de introducido en la novela negra, después de dejarme aconsejar por alguno de los libreros.
-Es guionista de un programa matinal de televisión y tiene una jornada intensa de trabajo. ¿Cuándo escribe sus relatos de ficción?
-Mi horario de trabajo va desde las seis de la mañana a las dos de la tarde, pero cuando llego a casa quiero escribir cosas de ficción. Por las tardes hago deporte y escribo. Me encanta hacerlo, incluso ha habido algún domingo que me he levantado a las siete y me he puesto a escribir hasta las dos de la tarde, hasta que ha entrado mi mujer en la habitación que uso de despacho para decirme que saliese un poco al exterior.
-Estudió la carrera en Zaragoza. ¿Por qué eligió precisamente esa ciudad?
-Mi padre es militar y es de allí y mi madre es de Vigo. Viví muchos años en Zaragoza y después de terminar la carrera trabajé en el periódico El Heraldo de Aragón.
-El protagonista de su novela, Iago Estévez, es también un periodista. Recuerda a alguno de los personajes de Domingo Villar. ¿Le ha influido?
-Domingo Villar es un referente en la literatura gallega. Yo intento transmitir historias como las suyas, que enganchen y que sean de un universo que el autor conoce bien.
-Ha contado que borró 150 páginas de golpe. ¿No le causó dolor eliminar tanto texto después de realizar ese esfuerzo?
-Yo no he ido a ningún taller de literatura. Empecé la novela hace mucho tiempo, en el 2013, y cuando llevaba 220 páginas me di cuenta de que a partir de cierto capítulo no me gustaba lo que había escrito. Luego estuve escribiendo hasta la mitad del 2014, pero tenía un trabajo con un horario imposible y lo dejé. En el 2018 me quedé en paro. A principios de año había estado trabajando en el programa Seguridad Vital en televisión, pero lo cancelaron y no me salía nada de trabajo, así que volví a escribir hasta el 2019, cuando me contrataron para el programa de la mañana en el que estoy.
-¿Le gustan las novelas más que los guiones?
-Me gusta tanto escribir guiones para televisión como construir novelas.
-En el programa Seguridad Vital estuvo delante de las cámaras. ¿Prefiere estar así o detrás de los focos?
-Los dos tipos de trabajo tienen su interés. He estado muy cómodo en ambos, me gusta ejercer mi profesión. Empecé en la televisión haciendo prácticas en el Canal Tea, de Ponteareas.
-Usted es nativo digital. ¿Se considera muy enganchado a la redes?
-No, pero nos proporcionan entretenimiento. Yo soy seguidor de temas de cocina, de deportes y para conocer noticias sigo muy de cerca Twitter
-¿Cómo está siendo acogida su obra?
-Gracias a Dios, las críticas son positivas. Mi padre me dijo que le había gustado mucho pero que le faltaba historia aún, y un amigo opinó que sobraba un poco, así que creo que estoy en la medida exacta. Un libro tiene que enganchar al lector y cumplir su función principal, que es la de entretener.
-¿Para cuándo la segunda novela?
-Con la segunda ya estoy en fase de revisión, pero aún tengo que hacer grandes correcciones al borrador inicial de lo que he escrito.
-¿Que le ha pedido a los Reyes Magos?
-Soy de gustos muy sencillos: los últimos libros de Ken Follett y de Pérez Reverte. Para mí, el gran regalo es un libro.