El trajín de maletas es habitual ya a primera hora de la mañana. Ayer en la calle de Elduayen, más de una veintena de peregrinos abandonaban sus hoteles, aunque no todos continuaban el camino hacia Santiago. Un grupo de diez irlandesas ponía punto final a la primera parte de su ruta. Salieron el viernes de Oporto y tras pernoctar en Baiona regresaron a su país porque dejan para el próximo año el tramo final. David Álvarez, de la empresa Camino Ways, ha sido su guía. «El Camino de Santiago está de moda y este sí tiene más tirón desde que es oficial. Estas chicas ya habían hecho el francés y buscaban una alternativa», explica. Recuerda cómo The Way, la cinta de Emilio Estévez y protagonizada por Martin Sheen, popularizó el Camino en Estados Unidos. «Para ellos es una experiencia única, tengo personas que viajan hasta 30 horas desde Australia para poder vivirlo», indica el guía. Desde Camino Ways remiten al Camino Monacal a decenas de peregrinos irlandeses, «pero también he acompañado a personas de Sudáfrica, la India o Brasil».
El perfil del peregrino de la costa es el de personas de «entre 30 y 70 años, de nivel medio-alto y normalmente de habla inglesa. El turismo del Camino es el de mucha gente gastando poco, pero consumen bebidas y recuerdos».