Alicia Ferreira lleva tres cuartas partes de su vida al pie de los fogones. Después de trabajar en varios restaurantes, hace diez años decidió establecerse por su cuenta. Así nació Isla, uno de los establecimientos con más sabor de Baiona. Situado frente a la playa de Santa Marta, más vale que si se quieren degustar sus especialidades se haga la reserva con tiempo, de lo contrario habrá que quedarse con las ganas.
Basta con echar un somero vistazo a la carta para descubrir que Alicia apuesta por la comida tradicional gallega, «pero con un punto de innovación», dice. Añade que el primer mandamiento de la casa es la calidad. En esa línea, afirman que el que prueba sus empanadas ya no quiere otras.
El secreto, que no está dispuesta a revelar, se esconde en la masa. «Es especial, tan especial que aunque pasen dos o tres días el sabor y la textura es igual que el primero. Más de una vez me han dicho que tenía que patentarlas».
Aunque las hace de lo que pida el comensal, la reina es la de zamburiñas. Otros platos que no hay que pasar por alto en el Isla son el arroz de rape con vieiras o el rape con langostinos.
Bastan diez minutos de conversación con Alicia para descubrir que vive la cocina. «Es que la disfruto», asegura. En realidad vive todas las facetas de su trabajo con la misma intensidad. Porque ella es la que se encarga también de las compras, la que muchas veces controla la sala, la que hace las cuentas... En definitiva el alma máter del restaurante.
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